Brasilia.-El presidente brasileño Michel Temer dijo ayer que es una vergüenza el escándalo sobre la carne vencida, mientras Hong Kong y Japón se sumaban a varios otros países que suspendieron algunas importaciones de carne del país sudamericano.
Temer buscó minimizar el escándalo, lo calificó como “agitación” y señaló que sólo tres de las más de 4,000 empacadoras de carne de Brasil han sido obligadas a cerrar.
No obstante, admitió que el caso ha ocasionado “una vergüenza económica al país”.
Hasta ahora, la Unión Europea, China, Japón, Hong Kong y Chile han suspendido las importaciones de carne. Las autoridades brasileñas sospechan que los inspectores oficiales recibían sobornos para que se hicieran la vista gorda ante la venta de carne caduca.