Cada cierto tiempo se publica a grandes titulares que organismos internacionales o grandes potencias pretenden que República Dominicana cargue con el problema haitiano como si se tratara de algo novedoso.
Incluso desde antes de que naciera como nación la República Dominicana, se ha mirado al lado oriental de la isla para buscar soluciones a problemas de la parte occidental.
La llamada comunidad internacional tiene muy definida su pretensión de librarse de la responsabilidad de acompañar a Haití en la solución de asuntos estructurales, que tienen su origen en los tiempos mismos de cuando era colonia francesa.
Se trata de un acto de irresponsabilidad frente a Haití más que una conspiración contra República Dominicana.
Lo que quisieran esos países (Francia, Estados Unidos y Canadá) es librarse de la obligación de cargar con una culpa de ellos, aunque el problema recaiga sobre otro. En cambio, otras naciones de la región también prefieren que la crisis haitiana se quede de este lado de la isla y no le llegue a ellos (países del Caricom, Brasil, México, Chile y otros de la región).
Así ha sido desde que Haití tuvo que buscar en la parte oriental los recursos para pagarle a Francia una inexplicable indemnización para que potencias como Inglaterra, Estados Unidos y Países Bajos le reconocieran su independencia.
La comunidad internacional quiere desentenderse de Haití y así ha sido desde hace mucho tiempo.