SANTO DOMINGO.-La cantidad de algas pardas o sargazos que están llegando a las costas dominicanas es cada vez más crítica y amenaza, especialmente, la estabilidad de la industria turística, que genera el 25 % del producto interno bruto.

En segundo lugar, afecta la generación eléctrica y, no menos importante, provoca alteraciones en la salud de las personas, ya que una vez llegan a las costas desprenden gases nocivos que pueden crear enfermedades respiratorias.

Este problema ambiental, del que se alerta que -en este año- se están generando entre 25 y 30 millones de toneladas de sargazos, mantiene en vilo a los investigadores.

A República Dominicana están llegando entre 3.5 y 4 millones de toneladas de esas plantas acuáticas en esta temporada y lo que se podría procesar “es una lágrima en el desierto”.

El gran reto es recolectar el sargazo antes de que llegue a las costas, y dar una vía científicamente fundamentada, con la racionalidad requerida, para hacer las inversiones que permitan demostrar que este se puede convertir en una materia prima estandarizada que sirva de punto de partida para la obtención de diversos productos.

Entre estos figuran alimentos para animales, antioxidantes, cosméticos, bloques y tableros para construcción, la producción de biogás o la fabricación de compost para la agricultura orgánica.

Orígenes
Estudiosos asocian el sargazo al efecto del cambio climático que provoca un aumento gradual y acumulativo de la temperatura de los océanos; a la contaminación por desechos (plásticos y biodegradables) y los hidrocarburos, así como por procesos eutróficos por el uso abusivo de los fertilizantes.

Un ejemplo de las investigaciones que se vienen realizando en el país es la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), que forma parte de la Red Universitaria de Investigaciones sobre el Sargazo coordinada por UNAPEC, junto a las más importantes casas de estudios superiores, que en estos momentos aúnan sus esfuerzos para dar respuesta a las demandas del Gobierno, que ofreció hace poco un millón de dólares para comenzar a buscar soluciones a este malestar.

Alberto Núñez Selles, asesor de investigaciones de la UNPHU, con un doctorado en Química Analítica y otro en Productos Naturales, junto junto a los docentes-investigadores, doctores Marcia Beltré Díaz y Ramón Antonio Sánchez Rosario, ambos de la Facultad de Ciencia y Tecnología de esa casa de estudios, coinciden en que se inviertan los recursos necesarios para revertir su impacto.

El problema que empezó en el 2011 no se va acabar ahora, según advierte Núñez Selles, porque para eso debe dejar de aumentar la temperatura a nivel mundial, disminuir la contaminación y promoverse una agricultura orgánica, en vez de la química intensiva, que es la que afecta a los mares y océanos, y provoca un incremento de los volúmenes cada vez más crecientes de sargazo.

Solución
“Donde está el mayor problema es en la recolección del sargazo en el mar antes de llegar a las costas, para eso hay que hacer una flota de captura de sargazo, dotada de varias barcazas, cuyo costo estimado es de US$400 mil dólares por barcaza.

El dilema es como recuperar esa inversión, ya que el sargazo no tiene demanda comercial, a diferencia de las flotas para la pesca de atún o de camarón, por solo citar dos ejemplos, donde el gasto se recupera rápidamente, algo muy diferente a lo que sucede con el sargazo”, dijo el académico

Afirma que después que llegan las algas a las costas no vale poner “curitas ni banditas” porque no se resuelve el problema del turismo.

Asegura que se han estado implementando muchas soluciones locales, pero no a nivel global como nación, y en lo que insiste es en que el Gobierno haga una inversión en esa flota.

“Estamos presentando un proyecto para obtener una materia prima estandarizada a partir del sargazo, con un certificado de calidad, que permita su utilización para diferentes usos, a partir del llamado del presidente Luis Abinader a las universidades dominicanas para encontrar soluciones a este problema”, puntualizo Núñez Selles.

Alimento ganado
Para Ramón Sánchez, el sargazo es una situación preocupante tomando en cuenta que el país depende en gran medida de la actividad turística.

“Generalmente, la acumulación de sargazo se produce próximo a las costas y playas, en estas zonas, la disponibilidad de oxígeno se ve limitada por el proceso de putrefacción del alga, lo que afecta la fauna marina.
Además, trae consigo pulgas marinas, un bicho molestoso que causa picaduras”, comentó Sánchez.

El refiere, en base a los estudios realizados, que el sargazo tiene múltiples aplicaciones, y afirma que tanto las universidades e industrias como las hoteleras y el Gobierno deben buscar una solución y disponer de fondos porque ahora solo se retira de las playas y se debe aprovechar en otros usos.

Cuenta que, a través de la Escuela de Química, fue asesor de un proyecto en que caracterizaban físico-químico del sargazo que llega a aquí para ver sus características, donde determinaron el contenido de cenizas, proteínas y carbohidratos para convertirlo en alimentos para ganado vacuno.

A partir de ahora, con la convocatoria del Fondocyt, harán pruebas y determinar la forma en que se pueda suministrarle alimento a ganado, como hacer su presentación. Sánchez entiende que la solución debe ser adaptada a cada país. UNPHU investiga otros usos de las algas.

Componentes

— Varios elementos
Contienen celulosa y lignina y, en menor proporción, oligosacáridos, proteínas, grasas y polifenoles, además minerales como potasio, sodio, calcio, magnesio, zinc, níquel y selenio, los que pueden considerarse para productos.

Embarcaciones de pesca afectadas por las algas
Efecto. Según Marcia Beltré, en términos de las poblaciones pesqueras, hay un efecto negativo por la falta de reclutamiento al ocurrir la mortandad por ausencia de oxígeno, pero poco se ha escrito sobre los impactos de este fenómeno en la pesca.

Así, en el   2018, en un estudio realizado por la UNPHU y Codopesca, pescadores señalan distintos impactos según el arte que utilizan en sus faenas.

Indicaron los beneficios de curricán y dispositivos de balsas en alta mar para especies pelágicas migratoria y pérdidas  económicas porque sus embarcaciones quedan cubiertas de sargazo.