
Estados Unidos elige este martes si su presidente durante los próximos cuatro años será Hillary Clinton o Donald Trump, dándole a uno de ellos un poder inmenso para gobernar la superpotencia planetaria.
De hecho, muchos creen que los estadounidenses están escogiendo en las urnas a la persona más poderosa del mundo.
El razonamiento detrás de esa idea es claro: el triunfador será a la vez el jefe de Estado y de gobierno del país con la principal economía, un alcance global único y las mayores Fuerzas Armadas.
Expertos como Daniel Drezner, profesor de política internacional en la Universidad Tufts y miembro no residente de Brookings Institution, un centro de análisis de Washington D.C., comparten la noción de que el inquilino de la Casa Blanca posee más poder que cualquier otro individuo.
"Diría que sí, dado que el presidente de EE.UU. tiene el comando de uno de los mayores arsenales nucleares del mundo, y puede decidir lanzar esas armas sin el control y equilibrio de otra rama del gobierno", dice Drezner a BBC Mundo.
Sin embargo, ¿cuánto poder ejerce realmente en la práctica un presidente estadounidense?
O, planteado de otra forma, ¿pasarán a ser la demócrata Clinton o el republicano Trump la persona capaz de afectar más vidas en la Tierra, directa o indirectamente?
"Débil"
La cuestión del poder real que tiene un mandatario estadounidense ha sobrevolado de un modo peculiar la campaña electoral en este país.
Clinton alertó varias veces sobre la posibilidad de que los códigos nucleares de EE.UU. puedan quedar en manos de Trump, a quien acusa de falta de temperamento y experiencia para ser comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
El magnate inmobiliario ha dicho que la proliferación nuclear es el "mayor problema" que enfrenta el mundo y no descartó el uso de ese tipo de armas como última opción siendo presidente, aunque aclaró que no sería de "gatillo fácil".
