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¿Es el PRM un partido?

Jesús Díaz-Frente Amplio
📷 Jesús Díaz

Surge el 9 de septiembre del 2014 de las entrañas del otrora Partido Revolucionario Dominicano (PRD) el hoy «Partido» Revolucionario Moderno (PRM), con un pasado de divisiones y diferencias que marcan la génesis de esta organización; y en la actualidad dirige el gobierno encabezado por el presidente de la República Luis Abinader Corona, economista de profesión y destacado en el ámbito empresarial.

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El PRM cuenta con unos estatutos que definen su carácter, propósitos, organismos, órganos de dirección, régimen disciplinario, comisiones, entre otros tantos artículos y disposiciones que le dan enfoques regulatorios y legales. Ahora bien, si tomamos en cuenta algunos elementos de esos mismos estatutos, podemos ver que hacen un gran énfasis en la igualdad, pero en la praxis desarrollan acuerdos con la élite empresarial, permitiendo esto una cercanía de intereses con las élites y no con las grandes mayorías.

En ese mismo sentido, dentro de sus fundamentos legales, ideológicos y propósitos, esta entidad carece realmente de ideología, aunque se hacen llamar de orientación socialista democrática. Una consulta en cualquier libro sobre política e ideología o en cualquier portal político nos dirá que: «Los socialistas democráticos creen que tanto la economía como la sociedad deben funcionar democráticamente para satisfacer las necesidades públicas, no para obtener ganancias para unos pocos».

Veamos, el funcionamiento del PRM tiene características de «grupos» y por eso no se evidencia un pensamiento unísono de proyecto. Si tomamos en cuenta algunas de sus figuras, veremos grandes diferencias de pensamiento y corrientes ideológicas marcadas: Milagros Ortiz Bosch, Guido Gómez Mazara, Faride Raful y Rafael (Fafa) Taveras, tienden a tener un pensamiento más democrático, crítico, de convicción patriótica y justicia social; en cambio, Luis Abinader, José Ignacio Paliza, David Collado o Carolina Mejía cuentan con una postura más hacia el conservadurismo, la élite, las conexiones empresariales y religiosas.

Acentuemos lo anterior: en materia de organización, esta entidad cuenta con unos organismos de Convención Nacional, Congreso Partidario, Comité Nacional, Dirección Ejecutiva, Organismo de Elecciones, Disciplina y Reforma Estatutaria, Organismos Congresuales, Organismos Sectoriales y Universitarios, Organismos Técnicos y Operativos, Organismos Territoriales, en el exterior, entre otros; pero a la hora de tomar decisiones se sustituyen los estatutos por decisiones unipersonales o grupales que predominan a lo interno o la voluntad del palacio y no la del “partido” y esto hace que los organismos no decidan nada.

Así las cosas, el PRM es un ente para grandes espectáculos que incentiva la banalización de la política. También esto se puede ver en la psicología de sus dirigentes y la ideología de sus líderes, pues muchas veces sus objetivos son ganar puestos en el gobierno o curules más que plantear cambios profundos, donde los programas de gobierno, después de alcanzado el poder, se convierten en letras muertas.

Para ser un partido se deben tener criterios claros del deseo de avanzar a una sociedad con justicia social. Aun sin chocar con las élites, el PRM pasó a ser una organización política que se rige por la dinámica proselitista y, por tanto, acepta en sus filas a todo el que provea fondos o votos. Para constituirse en partido, aun está en veremos.

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