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Ernesto Cardenal y yo, poetas

Rafael García Romero Por Rafael García Romero

La frase que tomo prestada del escritor y Premio Nobel de Literatura Gabriel Garcia Márquez: “Cuando era joven, feliz e indocumentado” —y que es el título de un libro que reúne artículos y reportajes escritos por él entre 1957 y 1959 en Caracas, Venezuela—, también la veo como una foto instantánea de mi condición, en algún momento de mi pasado.

Ese momento que recuerdo de mi pasado quedó registrado en una foto donde hay tres personas: los poetas Ernesto Cardenal, Miguel Jiménez y yo, sencillamente joven, feliz e indocumentado.

No tengo que describir la foto. Confieso que la había olvidado en un arcón, junto con otras no menos memorables fotos. Y me alegró saber de un momento y un recuerdo agazapado en mi memoria y que se había vuelto deleble. La foto, junto a dos personas, increíbles y vitales, visibilizó con el fogonazo de mil estrellas, los viejos recuerdos.

El bardo nicaragüense Ernesto cardenal visitó República Dominicana en una ocasión de su fulminante apogeo literario. Libros firmados por él —“Oración por Marilyn Monroe y otros poemas”, “Telescopio en la noche oscura”, “Salmos”, “Epigramas” y “El Evangelio en Solentiname”—, eran tesoros en las manos de jóvenes aspirantes a poetas y que, para la época, se habían enrolado en el Taller Literario César Vallejo, que se reunía de manera itinerante en cualquier aula vacía de la facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Asistían a sus recitales multitudinarios en el aula magna, aplaudiendo los poemas y soñando que algún día, otros jóvenes, al final de la lectura de sus poesías, tributarían la misma salva de aplausos.

El bardo Tomas Castro Burdiez, entonces un bisoño, recuerda hoy aquellos años, en un escrito que me envió hace poco:

Leamos:

Hace tiempo y hacen muchas páginas, que el escritor dominicano Rafael García Romero es un cuentista consumado. Desde mediados de los años 70 lo veía así cuando ambos militábamos en el Movimiento Cultural Universitario, luego en el Taller Literario César Vallejo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y en el Colectivo de Escritores Dominicanos.

En febrero de 1984 fuimos los dos primeros miembros del César Vallejo en publicar un libro, él un extenso relato titulado “Fisión”. Yo: “Amor a quemarropa”.

Todo lo demás es una hermosa historia de éxitos que no termina con “Una despedida formal”, publicado en su libro reciente, titulado “En cierta forma sentimentales”; y que es un reencuentro con su obra madura y original por todas partes.

En autores como Rafael García Romero las palabras se reinventan en cada una de sus historias que hace tiempo, con justicia, le merecieron el Premio Nacional de Cuento, otorgado aquella vez y de manera conjunta, por los ministerios de Educación y Cultura.

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Rafael García Romero

Rafael García Romero. Novelista, ensayista, periodista. Tiene 18 libros publicados y es un escritor cuya trayectoria está marcada por una audaz singularidad narrativa, reconocido como uno de los pilares esenciales de la literatura dominicana contemporánea. Premio Nacional de Cuento Julio Vega ...

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