La primavera llega este miércoles al hemisferio norte del planeta con una luminosa compañera: la tercera y última superluna llena del año.
La llamada «luna de gusano» ya se puede apreciar desde algunos lugares de la Tierra, pero el momento de mayor visibilidad se dará poco después del inicio oficial de la primavera en el hemisferio norte y del otoño en el hemisferio sur, que se produce este miércoles a las 21:58 GMT.
Lo llamativo de esta superluna es precisamente la coincidencia con el equinoccio de primavera y de otoño (en el sur), algo que no sucedía desde hace casi 40 años, en 1981.
Luna… ¿de gusano?
El viejo almanaque de los campesinos nativos de Norteamérica empezó a poner nombres a las lunas llenas en la década de 1930.
Algunos escritores vinculan dichos nombres a los meses de nuestro calendario moderno, pero también es posible que estén asociados a las estaciones del año.
«Luna de gusano» se refiere a la primera luna llena de marzo en referencia al deshielo primaveral en el hemisferio norte que libera gusanos en el terreno.
Pero también tiene otros nombres, como «luna de cuervo» (los graznidos de los cuervos indican el final del invierno) o «luna de savia o de azúcar» (para marcar el inicio de la temporada de jarabe de arce).
Además, los nombres específicos para la luna llena suelen recibir calificativos adicionales cuando coinciden con otros eventos lunares.
En enero, por ejemplo, hubo una «superluna de sangre de lobo» y en febrero tuvimos una «superluna de nieve».
«Lobo» y «nieve» son los nombres para las primeras lunas llenas de enero y febrero, respectivamente.
Otros nombres incluyen «fresa» para junio, «esturión» para agosto y «fría» para diciembre.
Cuando en un mismo mes hay una segunda luna llena se la conoce como luna azul.
Qué es una «superluna»
Cuando observamos la Luna, su tamaño parece fluctuar levemente en el cielo nocturno porque orbita la Tierra en una trayectoria elíptica.
Así, parece ligeramente más grande cuando está en el punto más cercano a nuestro planeta en su órbita, lo que se conoce como perigeo, según explica la NASA (Agencia Espacial de Estados Unidos).
Los astrónomos usan los términos «superluna» o «de perigeo» cuando la Luna está llena y en su punto más cercano a la Tierra.
La NASA dice que una superluna se ve un 14% más grande y un 30% más brillante que una luna llena normal, aunque la diferencia es difícil de distinguir a simple vista.
La de este miércoles es la tercera y última superluna de 2019. No será una luna de sangre, como las dos anteriores de este año, porque no coincide con un eclipse lunar.
Tampoco será la más brillante puesto que la de febrero fue la más cercana a la Tierra y pudo verse en todo su esplendor durante seis horas, según explicó la NASA.
Los astrónomos esperan otras tres superlunas (no llenas) este año: el 1 y el 30 de agosto y el 28 de septiembre. Nuestro satélite estará entonces en su punto más cercano a la Tierra, pero no será visible porque no reflejará la luz solar.
Tomado de BBC Mundo