Santo Domingo.- “Navidad es la época preferida del dominicano, no solo porque empieza a celebrarla desde el mes de octubre sino porque es el tiempo que con la excusa de compartir con la familia puedes gastar, pero sobre todo comer y beber”.
Así lo expresó la nutrióloga Mónica Fernández, quien explica que las personas deben pensar primero en que cualquier exceso puede perjudicar su salud a largo plazo y en el peor de los casos puede provocar la muerte.
“Independientemente de que en enero muchos nos arrepentimos por el sobrepeso, en ese mes descubrimos que al no cuidar nuestro organismo correctamente tenemos nuevos trastornos alimenticios”, aseveró.
Pese a que es difícil ser indiferente ante la gastronomía típica de las fiestas navideñas, manifiesta que la clave está en el equilibrio y moderación.
“Podemos comer de todo y no está mal, pero lo ideal es que a la hora de ingerir los alimentos nos sirvamos una pequeña porción del plato de forma que no provoquemos una indigestión”, aseguró.
Destaca que las personas deben tener mucho cuidado con las cantidades, debido a que la mayoría de alimentos contiene un alto porcentaje de calorías principalmente los asados, pastas y postres.
“Enfermedades cardiovasculares, colesterol alto, sobrepeso, diabetes y acidez estomacal son sólo algunas de las enfermedades que podemos obtener como resultado del exceso de alimentos”, agregó.
Mantener el equilibrio
La doctora indica que para balancear la alimentación y equilibrar la ingesta de calorías, es recomendable hacer un desayuno rico en fibras, preferiblemente frutas, en el almuerzo una comida ligera como por ejemplo vegetales, sopas o pescados.
“Al equilibrar el desayuno y la comida, entonces podremos tener un poco más de libertad en la cena tomando siempre en cuenta la prudencia en las porciones”, dijo la también endocrinóloga.
Una de las formas que sugiere para saciar el hambre es comer primero los platos que contengan vegetales, verduras o ensaladas, con la finalidad de dejar menos espacio para las exquisiteces.
Una vez haya pasado la cena de noche buena o fin de año, hay que abstenerse del típico “recalentado” en días posteriores para librarse de obtener más calorías y desintoxicar el cuerpo con fibras, frutas y vegetales.
Menú navideño
Se puede apostar a platos más saludables y a recetas con menos grasas que los que tradicionalmente son utilizadas para estas fechas y reemplazar aquellos ingredientes que contienen mayor contenido calórico por otros que cumplan el mismo rol sin variar el plato.
En vez de utilizar salsas industriales, cuyo contenido en químicos es alto las personas deben optar por elaborar vinagretas o aderezos ricos en aceites naturales y verduras.
Para estas fechas los dulces y postres no se pueden quedar en la mesa por lo que mezclarlos con frutas secas y semillas sería una buena opción, para consumir menos grasas y hacer más fácil la digestión, el cerdo y la carne de res pueden ser reemplazados por pollo, pavo o pescados.
No obstante, la especialista aclara que la finalidad de sustituir no es cambiar el menú de la mesa dominicana, sino incorporar alimentos sanos en la misma. Por esa razón considera que cada familia puede dejar la suculenta entrada y plato fuerte.
Las fiestas navideñas y el consumo de alcohol
Brindar por los reencuentros, tristezas o alegrías es sin duda uno de los placeres del buen dominicano, pero el consumo de bebidas alcohólicas no debe ser causa de alteraciones en la salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades o trastornos y cada año se producen más de 3,3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol.
La nutricionista destaca que el alcohol en exceso no solo provoca daños al sujeto que lo consume sino porque su uso inapropiado en ocasiones llega a los demás.
“Beber demasiado daña tu cuerpo y también daña a otros. Porque cada vez que hay una persona ebria en la calle conduciendo pone en riesgo la vida de todos los que lo rodean por lo que considero el alcohol causa de muerte por excelencia”, argumentó.
Describe que en Navidad “el consumo de alcohol por parte de menores aumenta considerablemente, provocando problemas de salud en una etapa posterior de la vida e influyendo en la esperanza de vida”.
La OMS aconseja no superar al día las dos copas de vino o cerveza, en el caso de los hombres y la mitad en mujeres dentro de lo que se considera un consumo moderado.
*Este artículo fue publicado originalmente en este diario el 24 de diciembre de 2016.