Por: Abed-nego Paulino
Santo Domingo.-El epidemiólogo Carlos Manuel Feliz Cuello recomendó a los dominicanos no comprar las mascarillas que están comercializando los vendedores ambulantes en algunos puntos del país, ya que las mismas no tienen ningún requisito de control de calidad para ser vendidas en el mercado con mecanismo de protector respiratorio y sus ventas son una estafa «porque no sirven para nada».
De acuerdo al experto, las mascarillas que la población debe usar para protegerse del nuevo coronavirus (Covid-19) son del tipo N95 o N100; no de las corrientes.
El referido producto puede generar infecciones en las personas hasta de todo tipo y tras sus ventas puede haber un proceso de contaminación transmitido por las manos de la gente al no lavarselas habitualmente y esa contaminación transmitirse a la vía oral o a la vía aérea a través de esas mascarillas.
Por tanto, el especialista recomienda desistir de su uso, por lo que aprovechó para hacer un llamado a las autoridades a tomar carta en el asunto y apresar a los responsables por aprovecharse de la crisis sanitaria para hacer dinero provocando una reinfección con el material que usan.
En ese sentido agregó que las mascarillas debieron ser usadas en principio únicamente por el personal de salud, al igual que su control y distribución en todos los establecimientos del país.
Sin embargo, como en República Dominicana el virus se le ha ido de las manos a las autoridades y no se sabe con precisión quienes son todos los contagiados, Feliz Cuello exhorta a que todos los ciudadanos usen mascarillas para prevenir el brote del virus.
Sobre precios
Conciente de los altos costos que muchos centros de salud la han dado al demandado producto, el galeno explicó que las farmacias y los centros que venden mascarillas se han convertido en especuladores, porque una mascarilla que costaba 11, 10 y tres pesos las están vendiendo a 80, 70 y 50 pesos.
«Eso es una estafa, propia de esta mentalidad capitalista que se aprovechan de la escasez de las mercancías para disparar los precios sin importar que perjudique a la población», concluyó el epidemiólogo.