Jartum.- La primera tregua de 24 horas desde el inicio de los combates hace cuatro días en Sudán entró este martes en vigor a las 18.00 hora local (16.00 GMT), después de que el Ejército sudanés y el poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) llegaran a un acuerdo propuesto por Estados Unidos.
La tregua se ha alcanzado tras cuatro días de intensos combates que han dejado al menos 270 civiles muertos y más de 2.000 heridos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que cita al centro de operaciones de emergencia del Ministerio de Salud sudanés. El líder de las FAR, Mohamed Hamdan Dagalo alias “Hemedti”, aseguró en su cuenta oficial de Twitter que aceptaba un armisticio de 24 horas.
El Ejército solo ha emitido un comunicado oficial en el que no acataba este alto el fuego, pero ha sido el líder del Ejército de Sudán, Abdelfatah al Burhan, quien ha confirmado a la cadena estadounidense CNN que se adhiere a la tregua, al igual que el miembro del consejo militar sudanés Shams al Din Kabbashi se lo ha dicho a la cadena saudí Al Arabiya.
De hecho, el Ejército sudanés acusó a las FAR en un comunicado de aceptar esta tregua para “encubrir la aplastante derrota que recibirán en unas horas».
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Un responsable militar, que pidió el anonimato, dijo a EFE que la Comandancia del Ejército había aceptado la tregua y que la misión de la ONU en Sudán había sido informada, aunque esta aún no ha reaccionado.
La ONU ha propuesto unas “pausas humanitarias” en los últimos días de tres horas que no han sido completamente respetadas por las partes en conflicto.
Durante la reunión de ministros de Exteriores que el Grupo de los Siete celebró en la ciudad nipona de Karuizawa, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidió un alto al fuego de 24 horas en Sudán que permita a los civiles “regresar con sus familias de forma segura y obtener los suministros de emergencia que necesitan desesperadamente».
Los choques que comenzaron el pasado día 15 ente los líderes militares rivales se producen tras semanas de tensiones sobre la reforma de las fuerzas de seguridad durante las negociaciones para un nuevo gobierno de transición, lo que ha llevado al país africano al borde de una guerra civil.