SANTO DOMINGO.- La Unidad Sindical de Mujeres Activas (UNISIMAS/CNUS) llamó a las autoridades a ponerse en «auto» sobre la práctica de acoso sexual y hostigamiento laboral que ocurre con frecuencia en el país y tomar las medidas de lugar en educación, sanción, erradicación y reparación a las víctimas.
La entidad hizo el llamado a propósito de la muerte por suicidio de la sargento mayor Anny Montero Montero, del que dijo es a penas un caso de los cientos que ocurren en el país.
Montero Montero, quien era miembro de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesset), se quitó la vida en un baño de la embajada de Estados Unidos en el país. Prestaba servicios frente a la legación diplomática norteamericana viabilizando el tránsito.
Consideró que la muerte de Anny Montero Montero debe ser útil para comenzar a erradicar esta “violencia silenciosa”.
«La muerte por suicidio de la Sargento Mayor Anny Montero Montero amerita una profunda investigación y sometimiento a la justicia con consecuencias severas de ser ciertas las versiones de que la razón del suicidio cometido por ésta obedeció a que no soportó el acoso al que estaba sometida en su trabajo», precisa la entidad en una nota de prensa.
Indicó que el acoso sexual y hostigamiento laboral es una constante que padecen mayoritariamente las mujeres en el trabajo con más riesgos entre las jóvenes y que se ha convertido en la “ violencia silenciosa” contra las mujeres, violación que afecta los derechos humanos y se convierte en una amenaza a la dignidad, la seguridad, la salud y el bienestar de estas personas por lo tanto no es y por lo tanto no es compatible con el concepto de trabajo decente, según lo ha establecido la OIT.
Expresó que el acoso como elemento de violencia incluye un continuo de comportamientos y prácticas inaceptables que se traducen en sufrimiento o daños físicos, psicológicos o sexuales que afecta mayormente a determinados grupos laborales como las mujeres entre otros, según los expertos de la OIT.
«Las embestidas sexuales, asaltos y el contacto físicos no deseados acompañado de abuso verbal e intimidación, son elementos manifiestos en este tipo de violencia que nuestras trabajadoras confrontan hoy en día y que las normas laborales existentes tanto nacional como internacional son insuficientes para prevenir y castigar ambos delitos. Por lo que la OIT se ha empeñado en adoptar un Convenio con recomendación en junio del 2019 contra la violencia y el acoso en el lugar del trabajo», sostuvo.
Agregó que «nosotras le llamamos la “violencia silenciosa” porque regularmente las víctimas prefieren callar o ceder ante el victimario y vivir bajo tensión en ambos casos, porque se encuentran con unas series de barreras que les impone la sociedad ó la familia y llegan a extremos como el suicidio cometido por la sargento mayor, Anny Montero Montero».