EE.UU. desclasifica archivos secretos sobre el asesinato de Martin Luther King Jr. tras orden de Trump

La divulgación de miles de páginas sobre el magnicidio del líder de los derechos civiles en 1968 reaviva dudas sobre la versión oficial. Académicos y la familia King piden tratar el caso con respeto.
Tennessee. — Los registros federales relacionados con la investigación del asesinato en 1968 del reverendo Martin Luther King Jr. han sido publicados, tras la divulgación en marzo de decenas de miles de documentos sobre el magnicidio de John F. Kennedy, ocurrido en 1963.
En enero, el presidente Donald Trump ordenó la publicación de miles de documentos gubernamentales clasificados sobre el asesinato de Kennedy, y tomó medidas para desclasificar registros federales relacionados con las muertes del senador de Nueva York Robert F. Kennedy y el reverendo King hace más de cinco décadas.
Trump ordenó a la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, y a la secretaria de Justicia, Pam Bondi, que se coordinaran con otros funcionarios del gobierno para revisar los registros relacionados con los asesinatos de RFK y King, y que le presenten un plan para su “divulgación completa”. El 18 de abril se publicaron unas 10.000 páginas de registros sobre el asesinato de RFK.

Los abogados del Departamento de Justicia pidieron a un juez federal que pusiera fin a una orden de sellado para los registros casi dos años antes de su fecha de expiración. La Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur, que King encabezó, se opone a divulgarlos por razones de privacidad.
Los abogados de la organización dijeron que los familiares del reverendo también querían mantener los archivos sellados.
Académicos, aficionados a la historia y periodistas se han preparado para estudiar los documentos con el fin de encontrar nueva información sobre el asesinato del líder de los derechos civiles, ocurrido el 4 de abril de 1968 en Memphis, Tennessee.
En la declaración de la familia King, publicada después de la orden de Trump emitida en enero, se indica que la familia esperaba tener la oportunidad de revisar los archivos antes de su divulgación pública.
Los familiares del reverendo, incluidos sus dos hijos vivos, Martin III y Bernice, recibieron un aviso previo de la publicación, que se efectuaría el lunes, y sus propios equipos revisaban los registros antes de la divulgación pública.
En una declaración publicada el lunes, los hijos de King calificaron el caso de su padre como algo que ha “cautivado la curiosidad pública durante décadas”. Pero enfatizaron la naturaleza personal del asunto y dijeron que “estos archivos deben ser vistos dentro de su contexto histórico completo”.
“Pedimos a quienes participen en la divulgación de estos archivos que lo hagan con empatía, moderación y respeto por el dolor continuo de nuestra familia”, se lee en la declaración.
Esto es lo que sabemos sobre el asesinato y lo que los académicos tienen que decir antes de la publicación de los documentos:

Disparos en Memphis
King estaba de pie en el balcón del Motel Lorraine, dirigiéndose a cenar con amigos, cuando fue asesinado a tiros.
Viajó a Memphis para apoyar una huelga de trabajadores de saneamiento que protestaban por las malas condiciones laborales y los bajos salarios.
La noche anterior al asesinato, pronunció el famoso discurso “He estado en la cima de la montaña” en el Templo Mason en Memphis durante una tormentosa noche.
Una marcha anterior, realizada en Beale Street, se había vuelto violenta, y King había regresado a Memphis para encabezar otra marcha como expresión de protesta no violenta. También había planeado la Campaña de los Pobres para hablar contra la injusticia económica.
La investigación del FBI
Tras una larga búsqueda, James Earl Ray fue capturado en Londres y se declaró culpable de asesinar a King. Más tarde renunció a esa declaración y mantuvo su inocencia hasta su muerte en 1998.
Los documentos del FBI publicados a lo largo de los años muestran cómo la oficina interceptó las líneas telefónicas de King, intervino sus habitaciones de hotel y utilizó informantes para obtener información en su contra.
“Fue atacado implacablemente en una campaña de desinformación y vigilancia invasiva, depredadora y profundamente perturbadora”, dijo la familia King.
Respuesta de la familia a la investigación
Miembros de la familia de King y otras personas han cuestionado si Ray actuó solo o si siquiera estuvo involucrado. La viuda del reverendo, Coretta Scott King, pidió que se reabriera la investigación, y en 1998, la entonces secretaria de Justicia, Janet Reno, ordenó a la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia de Estados Unidos que lo hiciera.
El Departamento de Justicia dijo que “no encontró nada que altere la determinación judicial de 1969 de que James Earl Ray asesinó al doctor King”.
Dexter King, uno de los hijos del reverendo, se reunió con Ray en prisión en 1997, y señaló después que creía en las afirmaciones de inocencia de Ray. Dexter King murió en 2024.
Con el apoyo de la familia de King, en 1999 se llevó a cabo un juicio civil en un tribunal estatal de Memphis contra Loyd Jowers, un hombre acusado de tener información sobre una conspiración para asesinar al líder de los derechos civiles. Se presentaron docenas de testigos, y un jurado de Memphis encontró que Jowers y otras personas y organismos no identificados, entre ellos, varias agencias gubernamentales, participaron en una conspiración para asesinar a King. Jowers murió en 2000.
¿Qué verá el público en los documentos recién publicados?
No se sabe qué mostrarán los registros.
Los académicos de King, por ejemplo, querrían ver la información que el FBI analizaba y hacía circular como parte de su investigación, dijo Ryan Jones, director de historia, interpretación y servicios curatoriales en el Museo Nacional de Derechos Civiles en Memphis.
“Eso es fundamental, dado que, en ese momento, el público estadounidense no sabía que el FBI, que está involucrado en la investigación, encabezaba una campaña de difamación para desacreditar al mismo hombre mientras vivía”, dijo Jones. “Es la misma oficina que recibía avisos de intentos de asesinato contra King y los ignoró”.
Los académicos que han estudiado a King también querrían ver información sobre la vigilancia que el FBI ejerció contra él, incluyendo hasta qué punto llegó para obtener detalles sobre su vida personal, rastrearlo e intentar desacreditarlo como antiestadounidense, dijo Lerone A. Martin, director del Instituto de Investigación y Educación Martin Luther King, Jr. de la Universidad de Stanford.
Sin embargo, Martin dijo que no espera que los documentos tengan una “prueba concluyente que finalmente diga: ‘Miren, esta es una evidencia al 100% de que el FBI estuvo involucrado en este asesinato’”.
“Tenemos que ver estos documentos con una mirada de sospecha debido a que el FBI estaba dispuesto a llegar muy lejos para intentar desacreditarlo”, afirmó.
¿Por qué ahora?
La orden de Trump sobre la publicación de los registros decía que esto favorece el “interés nacional”.
“Sus familias y el pueblo estadounidense merecen transparencia y verdad”, se lee en la orden.
Sin embargo, el momento de hacerlo ha generado escepticismo entre algunos observadores.
Jones cuestionó por qué el público estadounidense no había podido ver estos documentos mucho antes.
”¿Por qué fueron sellados con base en la seguridad nacional, si el asesino estaba en prisión fuera de Nashville?” preguntó.
Jones dijo que hay académicos que piensan que la publicación de los registros es un “truco de relaciones públicas” por parte de una administración presidencial que está “reescribiendo, omitiendo los avances de algunas personas vinculadas a individuos de color o a la diversidad”.
El Pentágono ha enfrentado el cuestionamiento de legisladores y ciudadanos sobre la eliminación de héroes militares y menciones históricas en los sitios web y páginas de redes sociales del Departamento de Defensa tras purgar contenido en línea que promovía a mujeres o minorías. En respuesta, el organismo restauró algunas de esas publicaciones.
Martin dijo que la motivación de Trump podría ser parte de un esfuerzo por sembrar dudas sobre las instituciones gubernamentales.
“Podría ser una oportunidad para que el gobierno de Trump diga: ‘Miren, el FBI es malvado, he tratado de decírselos. Por eso he puesto a (el director del FBI) Kash Patel en el cargo porque está limpiando el Estado Profundo’”, señaló Martin.
Otro factor podrían ser los dos intentos de asesinato contra Trump mientras hacía campaña para un segundo mandato y un deseo de “exponer la historia más amplia de los asesinatos en Estados Unidos”, dijo Brian Kwoba, profesor adjunto de historia en la Universidad de Memphis.
“Dicho esto, todavía es un poco confuso porque no está claro por qué algún presidente estadounidense, incluido Trump, querría abrir archivos que podrían ser perjudiciales para Estados Unidos y su imagen tanto en el país como en el extranjero”, dijo.