Aceptar la vida como fue o como es, no siempre es fácil; con frecuencia involucra dolor, vergüenza y secretos. Puede ser como un coctel envenenado que acarrea pobre calidad de vida y desarmonía en las familias y sus entornos. Puedes encontrar más detalles relacionados en artículos anteriores.
Cuando hay un rechazo a la vida tal como fue o como es, se produce un conflicto, un desequilibrio individual y grupal en la conciencia del sistema. Querer mantener el equilibrio perdido es lo que Bert Hellinger llamó “amor ciego”.
El “amor ciego”, según Hellinger, creador de las constelaciones familiares, es la lealtad ciega e inocente de todo miembro de familia que nos lleva a repetir historias de vidas pasadas de manera inconsciente en las cuales están involucradas enfermedades y otros eventos desafortunados.
Muchos de los cuales pueden ser sanados en la memoria del sistema cuando son mirados, honrados e integrados tal cual sucedieron.
He aquí algunas de las dolencias que se relacionan con el “amor ciego”. Enfermedades respiratorias tales como: neumonía, resfriado, sinusitis, bronquitis, asma, anginas, cáncer de pulmón, son propias en personas que sienten que no pueden respirar libremente. Viven agobiadas como asfixiadas por alguien o alguna situación que no logran alejar de sus vidas.
Enfermedades estomacales/digestivas como: gastritis, hernia hiatal, reflujo, acidez, cáncer de estómago, cáncer de esófago. Esas dolencias se desarrollan en personas que sienten rechazo hacia alguien o alguna situación opuesta a sus creencias y/o hábitos de vida.
Enfermedades cardiovasculares: hipertensión arterial, arritmias, infarto y soplos hablan directamente de sentimientos y la dificultad para expresarlos. También hablan de cuánto esas personas se esfuerzan más allá de los límites con tal de satisfacer a los demás a cambio de sentirse amados.