SANTO DOMINGO.-La enfermedad vascular cerebral (EVC) o accidente cerebro vascular (ACV), a pesar de ser súbita, puede evitarse. Así lo afirma el neurólogo Edwin Espinal.
El galeno explica que esta enfermedad es un síndrome clínico caracterizado por el rápido desarrollo de signos neurológicos focales, que es un problema en el funcionamiento del cerebro, la médula espinal y los nervios que afecta un sitio específico, como el lado izquierdo de la cara, el brazo derecho o incluso un área pequeña como la lengua.
Espinal indica que los problemas del habla, la visión y la audición también se consideran deficiencias neurológicas focales.
Explica que se clasifican en 2 grandes subtipos: isquémica (también llamado infarto) y hemorrágica.
Los tipos de ataques
De acuerdo a la especialista, en el ataque isquémico transitorio (AIT) no existe daño neuronal permanente, pues “la propuesta actual para definir al AIT establece un tiempo de duración de los síntomas no mayor a 60 minutos, con recuperación espontánea, y estudios de imagen (de preferencia resonancia magnética), sin evidencia de lesión permanente”.
Una vez que existe oclusión de una arteria cerebral con la consecuente obstrucción del flujo sanguíneo cerebral, cuenta Espinal, se desencadena una cascada de eventos bioquímicos que inicia con la pérdida de energía y que termina en muerte neuronal.
Característica clínica
El especialista indica que la principal característica clínica de un infarto cerebral es la aparición súbita del déficit neurológico focal, aunque ocasionalmente puede presentarse con progresión escalonada o gradual.
Las manifestaciones dependen del sitio de afección cerebral y frecuentemente son unilaterales e incluyen alteraciones del lenguaje, del campo visual, debilidad en la mitad del cuerpo y pérdida de la sensibilidad.
Agrega que, en el paciente con sospecha de enfermedad vascular cerebral, los estudios de imagen son indispensables, donde la tomografía axial (TAC) sin contraste, es el estudio de elección por la rapidez y fácil realización.
Otro método diagnóstico es la resonancia magnética (RMN) que tiene una alta sensibilidad, y puede detectar infarto cerebral aun en fases hiperagudas y los localizados en la circulación posterior que pueden pasar desapercibidos en una tomografía.
“El único tratamiento de eficacia probada durante la fase aguda es la administración del activador tisular del plasminógeno humano (rt–PA) intravenoso.
Puntos claves
—1— Porcentaje
La Organización Mundial de la Salud afirma que es la segunda causa global de muerte (9.7 por ciento).
—2— Realidad
Cinco millones de muertes ocurren en países con ingresos medios y bajos.
—3— Factor de riesgo
Pueden ser la hipertensión, tabaquismo, diabetes mellitus, hiperlipidemia, obesidad, consumo de alcohol, sedentarismo y abuso de drogas.