Santo Domingo.-Tal como lo recrea el poeta nacional Pedro Mir en su poema “Hay un país en el mundo”, República Dominicana goza de una riqueza material al estar colocada en el mismo trayecto del sol.
Sin embargo, precisamente esa ubicación geográfica también la sitúa en la ruta de los huracanes y, por tanto, en la primera línea de riesgos ante los efectos del cambio climático.
El país ocupa el cuarto lugar de vulnerabilidad a nivel mundial. En los últimos años el país caribeño ha empezado a sufrir las consecuencias de la peor crisis ecológica jamás registrada, pese a que sólo emite el 0.07 % de las 49 gigatoneladas de emisiones de gases de efecto invernadero que la provocan.
Desastres naturales
Dado que está situado en la ruta de los huracanes, el país ha sido embestido por fenómenos más intensos debido al calentamiento global, algunos de los cuales han tocado tierra en la región este, afectando tras su paso a grandes cadenas hoteleras y zonas agrícolas ubicadas allí.
De modo que, sectores claves de la economía dominicana han sido perjudicados, como el turismo que representa entre el 15 y 16 % del producto interno bruto y la agropecuaria que aporta cerca de un 5.8 %. El último fenómeno que tocó tierra en la región este fue el huracán Fiona de categoría 1 en el año 2022, cuyos daños ascendieron los RD$20,000 millones, según fuentes gubernamentales.
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Tras el paso del fenómeno las provincias de la región este fueron declaradas en estado de emergencia por los daños ocasionados, entre ellas Hato Mayor, cuya economía se sustenta principalmente del cultivo de cítricos.
EL DÍA recorrió algunas de las zonas agrícolas afectadas como la de Altagracia Alfonseca. “¡Ay yo me pongo nerviosa desde que nos ponen en alerta verde! Es que ese ciclón nos afectó el 60 % de las matas de limón”, narra Alfonseca. De igual modo reacciona Casimiro Jiménez, productor de cacao: “No, miren, ese ciclón acabó con todo”.
Temperaturas
Otros efectos que afectan al país son el aumento de las temperaturas y los períodos de sequías.
El ingeniero meteorólogo Francisco Holguín sostiene que, en zonas del sistema montañoso como Constanza y Jarabacoa, temperaturas que oscilaban de 5°C a 10°C ahora alcanzan los 22°C en el día y 17°C en las noches. Holguín también atribuye al cambio climático el evento ocurrido el 4 de noviembre del 2022.
Las precipitaciones caídas en un solo punto superaron las esperadas para todo ese mes. Las lluvias caídas superaron el 50 % de las acostumbras a caer en ese mes, con un acumulado de 266 milímetros de agua en cuatro horas sobre un solo punto: el Gran Santo Domingo.
Las inundaciones cobraron la vida de 8 personas y la cuantificación de daños materiales fue de RD$1,000 millones.
Daños serán mayores
El director del Instituto de Energías de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, José Luis Moreno San Juan, sostiene que estos efectos aún son mínimos, pues para la próxima década se esperan mayores.
Por tanto, el país caribeño debe tomar acciones en cuanto a la mitigación y adaptación de los efectos para reducir su nivel de vulnerabilidad.
Una forma hacerlo es usar las energías renovables como fuente principal del sistema energético, ya que producen cero emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, resulta conveniente aprovechar los avances tecnológicos en la energía solar fotovoltaica, ya que en el futuro casi toda la electricidad provendrá de ella, según expertos consultados.
De manera que, no es tan desfavorable que República Dominicana este colocada en el mismo trayecto del sol. Pero, existen retos que amenazan ese objetivo.
El director de Investigación Internacional Climática de Oslo, Glen Peters, sostiene en “El libro del clima” que los países de ingresos medios y bajos dependerán por mucho tiempo de las centrales termoeléctricas porque las renovables no logran cubrir la demanda.
Transición energética
Asimismo, el director de la Comisión Nacional de Energías, Edward Veras, indica que por el momento se trabaja en que no se proliferen las plantas de carbón, no así en sacar del sistema las que están en funcionamiento.
Pues aún las energías alternativas como la solar y la eólica, representan sólo el 16 % del suministro energético, aunque la meta es el 30 % para el año 2030.
Capacidad
— Inversión
En la actualidad, en el país existen 26 proyectos de energías renovables con capacidad de inyección al sistema de 1,160 megavatios y se planea incrementarlos, para ello se requiere de una inversión de US$5,400 millones.