Se sabía que muchas de las encuestas que se publicaban al nivel municipal eran echas en un escritorio. Ahora sería interesante qué puede hacer la Junta Central Electoral con aquellas firmas validadas por el organismo, pero que a todas luces carecen de profesionalidad en su accionar.
Lo peor es que pasado este proceso muchas de esas volverán a salir con miras a las elecciones presidenciales de mayo confiados en la corta memoria de la población, aunque la Junta debiera tener mejor memoria.
Los acomodos
Ahora vendrán los acotejos de números para todos los actores convencer a los suyos de que les fue bien, a pesar de los resultados adversos. No esperemos mucho descanso porque la campaña reinicia de inmediato con la mira en mayo.