“Aún estoy vivo”, declaró Alan Hattel al diario inglés The Courier luego de llevarse gran sorpresa al visitar un camposanto: el hombre encontró su “tumba” en el cementerio y sospecha que fue idea de su ex esposa.
Durante los últimos meses sus conocidos y amigos dejaron de llamarle y, supone, fue porque lo creyeron muerto.