
La cirrosis es una etapa tardía de una enfermedad crónica del hígado, que inicia creando cicatrices (fibrosis) producto de mucho tiempo ocasionando daño en el órgano; esa fase o final de la condición da al traste con disminución de sus funciones.
Fabiolina Sánchez, gastroenteróloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), afirma que, a menudo, las personas creen que los pacientes diagnosticados con cirrosis hepática tienen una sentencia de muerte, un cáncer de hígado o que abusaban del alcohol a escondidas, nada está más lejos de la realidad.
“La cirrosis hepática no significa necesariamente un acortamiento de la vida, con tanta información novedosa, basada en la evidencia y medicamentos nuevos, así como el tratamiento y hasta curación de ciertas condiciones, cuyo final era la cirrosis, la historia que contamos actualmente es otra”, señala Sánchez.
