Como pólvora se esparció ayer la información, que podría confirmarse en los próximos días, sobre la renuncia del expresidente Leonel Fernández como miembro del Partido de la Liberación Dominicana.
Muchas expectativas hubo sobre un discurso que tendría listo para justificar su partida de las filas del peledeísmo, motivado por la rivalidad agravada entre su sector y la parcela del presidente Danilo Medina por el liderazgo en el PLD y por el tema de las denuncias de irregularidades ocurridas en las primarias del pasado 6 de octubre.
Corrió el rumor de que Fernández hablaría al país a partir de las diez de la noche por una red de radio y televisión, pero después esto fue desmentido por fuentes cercanas al exmandatario, quedando la comparencia en una nebulosa que agregaba un ingrediente más preocupante a la crisis que afronta el PLD.
La decisión final está en manos del propio Fernández, mientras hay dirigentes esperanzados en que siga en el PLD y hay otros que atizan por su partida, sabiendo el efecto negativo que tendría para el venidero proceso.
Si se queda, si se va
De permanecer en el PLD, sus allegados creen que su liderazgo sería afectado por un alegado maltrato. Quienes aspiran a que sigan en el partido enarbolan la necesidad de la reunificación de los peledeístas, entre los cuales está el embajador en Washington José Tomás Pérez.