La figura de Orlando Jorge Mera se hizo familiar entre los dominicanos como aquel niño juguetón que corría por los pasillos del Palacio Nacional con la inocencia de un infante al que no le impresionaban las ínfulas del poder que representa esa sede.
Era el niño hijo del presidente de aquel entonces. Pero ni en ese periodo ni después Orlando Jorge Mera tuvo ínfulas. Se caracterizó por ser una persona afable, de buen trato y con un extraordinario don de gente.
Fue conocido por ser una persona conciliadora, tolerante y políticamente correcta. Así será recordado por sus familiares y amigos.
Su trágica muerte sorprendió al país. Su último suspiro lo encontró en el desempeño de sus funciones en el Ministerio de Medio Ambiente, labores que había abrazado con entusiasmo y determinación.
Las motivaciones del crimen se irán esclareciendo y la justicia actuará, pero nada podrá explicar el desprecio por la vida humana.
Ofrecemos una condolencia especial a los familiares de Orlando, muy en particular a su esposa Patricia Villegas y a sus hijos Orlando Salvador y Patricia Victoria, así como a su hermana Lidia Leticia.
El país está de luto.
Ha sido asesinada una buena persona, un político correcto y un funcionario público que se dedicó a servir.
Paz a su alma.