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En medio del juego, Vlad Guerrero Jr. le pidió a Dios, de rodillas, una victoria para los Azulejos

  • Vladimir Guerrero Jr. aseguró al firmar el megacontrato por US$500 millones que se convertiría en la cara de la franquicia y el símbolo del béisbol canadiense, por mucho tiempo.

Tigers Blue Jays Baseball
Vladimir Guerrero Jr., de Toronto, marca la diferencia con su producción ofensiva y defensiva.

Cuenta el dominicano Vladimir Guerrero Jr. que el lunes, antes del cierre del séptimo episodio del Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana entre los Marineros y los Azulejos y con Seattle arriba 3-1, bajó al túnel que va hacia el clubhouse de Toronto, se arrodilló y le pidió a Dios una victoria.

Acto seguido, se embasaron dos corredores y con un out, George Springer disparó su cuarto cuadrangular de esta postemporada para darles a los Azulejos una ventaja de 4-3, que sería el marcador final. Con el triunfo en casa, Toronto se ganó el derecho de disputar aquí mismo su primera Serie Mundial desde 1993, que empezará el viernes aquí mismo contra los Dodgers.

“Fue muy emocionante cuando vi a George dar el jonrón, pero lo más grande que hice fue pedirle a Dios que nos diera la bendición y lo hizo”, expresó Guerrero, Jugador Más Valioso de la SCLA al batear .385/.484/.846 (OPS de 1.330) con tres vuelacercas ante los Marineros. “Fue algo grande”.

Grande ha sido lo que ha hecho este equipo de Toronto en el 2025. Cuando empezaron los Entrenamientos de Primavera, poca gente, por no decir nadie, daba a los Azulejos como favoritos siquiera para clasificar para los playoffs. Y lo que más pesaba en los predios del conjunto canadiense era la situación contractual de Guerrero, quien podía convertirse en agente libre después de esta campaña. Pero el 9 de abril, se anunció que Guerrero — nacido en Montreal cuando su papá, el Salón de la Fama Vladimir Guerrero Sr., jugaba con los Expos – había acordado un pacto de 15 años y US$500 millones con los Azulejos.

Esencialmente Guerrero aseguró que se convertiría en la cara de la franquicia, y el símbolo del béisbol canadiense, por mucho tiempo. Luego, todo empezó a caer en su lugar, con las figuras adquiridas en los últimos años poniendo de su parte, incluyendo la primera buena temporada de Springer en mucho tiempo.

Cuando los Azulejos le arrebataron a los Yankees el primer lugar del Este de la Liga Americana en la primera semana de julio, fue algo permanente. Todas las dudas y toda la incertidumbre de la primavera parecieron desvanecer.

“Nací aquí. Crecí en Dominicana y desde el momento en que firmé aquí, sabía que iba a estar aquí toda mi carrera”, dijo Guerrero entre celebraciones con sus compañeros de equipo. “Sabía que tenía que hacer que los fanáticos y el país entero (de Canadá) estuvieran orgullosos de mí y de mi equipo. Siempre digo que el reto es traer la Serie Mundial de vuelta a Canadá”.

Misión cumplida en ese sentido. Ahora, falta chocar con los campeones defensores del Clásico de Otoño, los Dodgers, que llevan marca de 9-1 en esta postemporada al despachar a los Rojos, Filis y Cerveceros en los playoffs de la Liga Nacional.

“El trabajo aún no termina”, comentó Guerrero, quien batea 442/.510/.930 (OPS de 1.440) con seis vuelacercas y 12 empujadas en la presente postemporada. “Nos faltan cuatro más”.

El manager de los Azulejos, John Schneider, esencialmente ha subido por el sistema de Toronto junto con Guerrero, siendo su dirigente en varios niveles de liga menor y finalmente siendo su piloto en el equipo grande.

“Lo he dicho antes. Aparte de mi esposa y mis hijos, esto es lo que más me ocupa en mi vida”, comentó Schneider. “Entonces, llevar a un equipo a la Serie Mundial por primera vez en 32 años… me da muchas emociones. No podría estar más contento por cada uno de los muchachos en el equipo”.

Para que eso sucediera, hizo falta lo hecho por Springer, todo un veterano de postemporada desde sus tiempos con los Astros al final de la década de los 2010 y principio de ésta.

“Ése es mi trabajo”, dijo Springer, quien firmó con los Azulejos como agente libre en el 2021 y este año saborea sus segundos playoffs con el club. “Quiero mucho a este equipo. Haría lo que fuera por estos muchachos.

“Es una de esas situaciones en que tienes que disfrutar el momento. Todo el mundo cree uno en el otro”.

Esta semana, los Azulejos empezarán a planificar sus estrategias para enfrentar a los Dodgers. Pero por el momento, reinan las celebraciones del primer banderín de la Liga Americana para Toronto desde que el equipo ganó dos Series Mundiales consecutivas en 1992 y 1993.

“Para llegar a donde quieres llegar, tienes que ganarle al mejor”, dijo Schneider sobre el reto de tratar de destronar a Los Ángeles. “Sea talento, nómina, como quieras calificarlo, son un equipo bien bueno.

“Va a ser divertido. Estoy contento de que los muchachos tengan la oportunidad”.

Tomado de MLB.com (David Venn)

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