Los ufólogos y sus aficionados deben de haber encontrado una vía para colar a uno de los suyos entre los que asistieron la tarde del lunes a La Semanal, el espacio abierto por el presidente Luis Abinader el año pasado para informar y responder preguntas de los asistentes, periodistas algunos de ellos.
La pregunta acerca de la posible presencia de objetos voladores no identificados entre nosotros, los denominados ovnis, dejó al Presidente fuera de balance.
¿Dónde están?
Las leyendas sobre ovnis tienen en Estados Unidos de América su paraíso en Área 51, un campo de pruebas y entrenamiento de la Fuerza Aérea en el desierto de Nevada a donde ha ido a dar la imaginación de los aficionados a los pequeños viajeros verdes del espacio exterior que hacen vida en la Tierra, nos vigilan, nos orientan y nos desorientan, según su temperamento.
¿Y en República Dominicana, dónde están? Algunos han sugerido el Hoyo de Pelempito como uno de los lugares en los que tal vez se les podría encontrar.
Puede ser serio
El que hizo la pregunta, en un espacio en el que se espera que sea tratada la política y la vida pública, no estaba haciendo un chiste, o por lo menos no se le notaba esa intención.
Los ovnis aparecen y desaparecen de la atención pública conforme la gente se siente segura o insegura, así que una pregunta para muchos trivial igual puede ser un síntoma de los efectos locales de la tendencia mundial al conflicto. De todos modos, ¡ojo con el Hoyo de Pelempito!
