Santo Domingo.- El sociólogo, escritor, folclorista e investigador dominicano oriundo de Baní, Dagoberto Tejeda, describe la semana santa como un conjunto de manifestaciones que se conjugan con la primavera y dan paso a lo nuevo, haciendo un énfasis en la pugna que existe entre la iglesia católica y todas las manifestaciones culturales “existe un abrazo con la naturaleza, no es una manifestación porque Cristo está muerto ni que es contra los cristianos, es al revés, es un grito a la vida” afirmó.
Al ser entrevistado en el programa Siendo Honestos de la periodista Katherine Hernández, Dagoberto afirma que el folclore dominicano aùn no ha perdido su esencia ya que la sociedad es un proceso de momentos y aunque ha sido estigmatizado en varias ocasiones, hoy en día existen muchas manifestaciones que son aceptadas en los programas de televisión y en las escuelas, “escribí un atlas dominicano donde hay un capítulo dedicado al budú haitiano y dominicano en las escuelas lo que significa que vamos poco a poco ganando espacio” expresó.
En cuanto a la pasada celebración del carnaval de nuestro país, el folclorista afirma que hoy en día el dominicano está aceptando con orgullo sus raíces lo que muestra como resultado a una cultura más apoyada que cualquier manifestación política “el carnaval es una expresión espontánea, de democracia, de libertad, donde la gente se encuentra y se reencuentra” explicó.
En cuanto a la comercialización del carnaval dominicano Dagoberto Tejada explicó que ha sido un elemento muy negativo ya que se ha convertido en una mercancía que la comparan con el carnaval de Río de Janeiro pero no niega que la comercialización del carnaval es importante y que ha entrado en una especie de preciosismo, para destacar el lujo, el brillo o la tela más cara “cada carnaval tiene su propia expresión y su propia identidad” apuntó.
La 42 se reproduce en muchos barrios nuestros
Sobre el auge que ha tomado la 42 del barrio El Capotillo, el sociólogo y escritor se reivindica sobre esta situación y lo define como un movimiento y una especie de respuesta contestataria que describe el deseo que sienten los jóvenes de éste barrio por cambiar. “Es una manifestación de rebeldía y protesta de un tipo de sociedad que se ha idealizado y se escandaliza, una respuesta totalmente entendible y coherente con su propia situación”