Trabajadores salen el Primero de Mayo para exigir cambios y algunos Gobiernos prometen mejoras
Redacción América .- El Primero de Mayo se conmemoró con diversas manifestaciones en América Latina, donde trabajadores de varios países salieron a las calles para exigir mejoras laborales y protestar contra las políticas económicas actuales, y algunos líderes prometieron mejoras y nuevas leyes, como el colombiano Gustavo Petro, el brasileño Lula da Silva, el chileno Gabriel Boric, el boliviano Luis Arce y el venezolano Nicolás Maduro.
En Buenos Aires, la Confederación General del Trabajo (CGT) lideró una gran movilización contra el “ajuste brutal” del Gobierno de Javier Milei.
Bajo el lema “La Patria no se vende”, los trabajadores se unieron en el “Canto al Trabajo”, un llamado representativo del esfuerzo laboral, para denunciar los recortes en obras públicas, transporte, educación y programas sociales, así como la intervención en las negociaciones de los salarios.
“Todos los derechos sociales, laborales, sindicales y profesionales se encuentran amenazados”, afirmó la CGT.
En Argentina
Brasil
América se movilizó el Primero de Mayo
En São Paulo, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, prometió “más conquistas de derechos” para los trabajadores y apoyó a los pequeños y medianos emprendedores.
Antes de comenzar el acto, Lula firmó un decreto que amplía la exención del pago de impuesto de renta para quien cobra hasta 2.842 reales (unos 547 dólares o 512 euros) y prometió ampliar ese umbral para incluir los salarios de hasta 5.000 reales (cerca de 962 dólares o 900 euros).
El presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva habla en una marcha de trabajadores con motivo del Día Internacional de los Trabajadores este miércoles. EFE/ Sebastião Moreira
México
El último Primero de Mayo de López Obrador
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó el nuevo Fondo de Pensiones del Bienestar, haciendo la promesa de pensiones dignas para la primera generación de jubilados.
Con la generación de este fondo, el gobierno de México busca asegurar una tasa de reemplazo del 100% para los trabajadores formales jubilados desde 1997.