El fenecido líder del Partido Revolucionario Dominicano cumpliría ayer 80 años de vida, muchos de los cuales sacrificó por esa organización.
Parte de sus quebrantos de salud fue por culpa del trabajo que hizo para mantener la unidad entre los perredeístas.
Sin embargo, pocos de la cúpula del PRD lo honraron ayer, ya que los principales dirigentes estuvieron ausentes en una ofrenda floral en su busto en la Casa Nacional.
Fue algo prácticamente simbólico, porque la militancia no fue convocada para llorar y recordar a su líder ido, además del aporte de Peña Gómez para que el país disfrute de la democracia de hoy.