En 24 años no se aplicó recomendación de expertos en desnivel 27 de Febrero

En 24 años no se aplicó recomendación de expertos en desnivel 27 de Febrero

En 24 años no se aplicó recomendación de expertos en desnivel 27 de Febrero

Varios vehículos fueron aplastados tras la caída de parte de la losa en el paso a desnivel de la 27 de Febrero con Máximo Gómez.

SANTO DOMINGO.-El paso a desnivel en la intercepción de las avenidas 27 de Febrero y Máximo Gómez presentó una serie de errores y fallas en su diseño que provocaron en 1999 un evento parecido al ocurrido el pasado sábado, en el que fallecieron nueve personas, pero sus recomendaciones no fueron aplicadas en toda su estructura.

Así lo explicó el ingeniero y especialista en geotecnia Tirso Álvarez, al precisar que en el diseño final de la obra no se contemplaba el empuje de agua por ser un terreno seco, por lo que un año después de su inauguración, en 1999, varias lozas de la obra en dirección oeste-este fueron afectadas por aguas de lluvias.

“De esa investigación salió que el diseño original del muro no contemplaba el empuje de agua, porque como el terreno es seco ellos supusieron que nunca habría agua allí. Después de la primera falla en 1999 a todo el tramo se le hizo agujeros para que el agua drenara. Sin embargo, no se ancló todo el tramo, como debió haberse hecho, explicó el especialista.

Agregó que los encargados de la obra colocaron en el lugar un muro voladizo fino sin ningún tipo de anclaje y sin agujeros para drenar agua, por lo que los aguaceros torrenciales registrados el pasado sábado provocaron una escorrentía y las aguas acumuladas allí penetraron detrás de las placas y empujaron hacía fuera, colapsando y atrapando varios a vehículos.

“Esa parte del muro no está anclada, se fue para adelante y rompió. Tienen que darse las condiciones de que haya suficiente agua para que la misma no pueda ser evacuada y siga manteniendo la presión para que ocurra la falla”, explicó.
Álvarez, egresado distinguido del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), preciso que en 1999 se recomendó anclar las lozas o muros de la obra, además de la realización de agujeros para el drenaje de las aguas, lo cual sólo se realizó en la parte afectada.

Recomendación
El ingeniero recomendó derribar los muros de la parte afectada, mientras que los demás deben ser anclados y drenados para evitar otras situaciones como estas.

Resaltó que la parte reparada tras ser afectada en 1999 quedó intacta ante las lluvias del pasado sábado, por lo que entiende que la solución de anclar y drenar funciona.
Añadió que las mismas medidas deben aplicarse en el desnivel de la avenida 27 de Febrero y Tiradentes, ya que adolece del mismo defecto de diseño.

El especialista negó que el problema se haya producido por la falta de mantenimiento de la estructura, la cual solo ameritaba la descongestión de los agujeros de drenaje, los cuale, afirmó, se vieron funcionando en el incidente.
Las lluvias registradas el pasado sábado, con un acumulado de 431 milímetros, provocó el colapso de parte de las paredes del desnivel que cayeron sobre cinco vehículos en que transitaban las nueve víctimas mortales.

Las víctimas fueron identificadas como Omar Alejandro Méndez Avilés, de 70 años; Solange María Méndez, de 31; el haitiano Bonet Dobelier, de 35; Ramón Martínez Cesani, de 75; Awilda Vásquez Burgos, de 68; María Nereyda Martínez Vásquez, de 32; el puertorriqueño Maicor Osoria; el general® Eduardo Cabrera Castillo, de 65, y una haitiana indocumentada.

Todos fallecieron a causa de traumas contusos craneoencefálicos severos por aplastamiento.
Saturación
El geólogo Osiris de León, quien advirtió hace 24 años sobre la falla en el diseño de las paredes laterales del paso a desnivel de la Máximo Gómez con 27 de Febrero, en el Distrito Nacional, coincidió con el ingeniero Tirso Álvarez, al explicar que la tragedia se produjo por la gran cantidad de lluvias registradas desde medianoche del viernes hasta las 8:00 de la noche del sábado, provocando la saturación de la roca coralina de dicha estructura, que hizo colapsar las paredes.

“Eso provocó que la roca caliza coralina de aquí de este paso a desnivel se saturara, aumentara la presión de poros y esa presión de poros explotó la base del paramento del lado noroeste del paso a desnivel”, expresó de León.
Agregó que luego de explotarlo en la base, lo empujó hasta arriba, lo que generó “un movimiento angular que hizo colapsar por completo la losa.

Tras la caída de parte de la pared de la obra el 4 de diciembre del 1999, donde afortunadamente no hubo víctimas mortales que lamentar, una comisión del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) recomendó la “remoción y reemplazo completo del muro afectado”.

El informe del CODIA de 1999 estableció que “es evidente que si no hay una reformulación del drenaje pluvial y si no se colocan los drenajes adecuados, las paredes podrían ceder con todo y pernos (tirantes metálicos) de anclajes o provocar que áreas no ancladas cedan, lo que representa una traslación del problema, más que una solución al caso”.

Las lluvias torrenciales que afectan a República Dominicana desde el viernes han obligado a desplazar de sus hogares a cerca de 8,000 personas, dañando viviendas e infraestructuras y dejando decenas de muertos.



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