Empresas enfrentan presión por altos costos de producción y volatilidad económica

El aumento de aranceles, los cambios en las políticas fiscales y la interrupción de las cadenas de suministro están elevando los costos de producción, generando un impacto directo en la rentabilidad y solvencia financiera de las empresas.
Este escenario afecta tanto a grandes corporaciones como a pequeñas y medianas empresas (pymes), obligándolas a adaptar con urgencia sus estrategias financieras y operativas.
En este contexto, durante el panel “Desafíos en la gestión del riesgo crediticio de las entidades financieras como consecuencia de la política arancelaria de Estados Unidos”, expertos analizaron los principales retos que enfrentan las organizaciones para mantener su estabilidad financiera en un entorno económico global cada vez más incierto.
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Impacto en la gestión de inventarios
Uno de los aspectos más críticos discutidos fue el análisis del impacto directo de los aumentos en los costos de producción sobre la gestión de inventarios.
Según Daniel Rodríguez, gerente de auditoría y assurance de Deloitte, en un mercado global donde los aranceles y la volatilidad de las cadenas de suministro son factores cada vez más prevalentes, las empresas se enfrentan a la difícil tarea de gestionar sus inventarios de manera eficiente para evitar pérdidas.
«El costo de los inventarios puede volverse impredecible debido a factores externos. Si los costos aumentan sin que las empresas puedan trasladar esos aumentos a los precios de venta, su rentabilidad se verá directamente afectada», explicó.
Pero no solo se trata de un problema inmediato de costos. El experto también enfatizó el impacto a largo plazo en los flujos de efectivo.
Indicó que el aumento en los costos de producción no solo afecta las utilidades a corto plazo, sino que también puede poner en riesgo la solvencia de las empresas, especialmente si no pueden recuperar el valor de sus inventarios.
Dijo que este desafío se ve exacerbado por las fluctuaciones de la demanda y las incertidumbres del mercado global.
Ajustes financieros preventivos
Las entidades financieras, en particular, deben revisar de manera constante sus modelos de calibración de parámetros y estrategias de gestión de riesgos.
El experto añadió que las políticas tradicionales de revisión anual de estos parámetros son demasiado lentas para un entorno tan volátil.
«No podemos esperar hasta finales de año para hacer ajustes. Las decisiones deben tomarse ahora, cuando aún estamos en las fases iniciales de las afectaciones», afirmó Daniel Rodríguez.
Destacó que esto implica una revisión inmediata de los modelos de crédito, así como la identificación de las exposiciones de los clientes a factores externos. La rapidez y la precisión en estas decisiones podrían ser la clave para evitar pérdidas significativas y garantizar la solvencia.
Cobertura financiera y diversificación
A medida que las empresas enfrentan estos desafíos, la diversificación y las coberturas financieras se han convertido en herramientas clave para gestionar los riesgos asociados con los cambios imprevistos en los mercados.
El panelista sugirió que las empresas deben explorar instrumentos como derivados financieros y seguros para protegerse contra las fluctuaciones en los costos de producción, los aranceles y otras variables económicas impredecibles.
«Si los aranceles incrementan los costos en un 3%, invertir en productos de cobertura puede ser una forma eficaz de mitigar ese impacto. Estas herramientas ayudan a reducir las pérdidas potenciales y protegen el flujo de efectivo», explicó Randolf Niedermeyer, socio líder assurance Centroamérica de Deloitte.
De acuerdo con esta perspectiva, la diversificación no solo debe ser una estrategia para aumentar las fuentes de ingresos, sino también para asegurar la estabilidad frente a los riesgos del mercado.
Segmentación de la cartera de clientes
Uno de los puntos más relevantes fue la necesidad de segmentar las carteras de clientes para poder tomar decisiones más informadas y específicas.
«No todos los clientes se ven afectados de la misma manera por los cambios en el entorno económico. Es crucial identificar aquellos sectores o clientes más vulnerables y ajustar los modelos de riesgo de manera acorde», destacó Niedermeyer.
Sostuvo que la segmentación permite a las empresas adoptar un enfoque más preciso y diferenciado a la hora de gestionar el riesgo financiero. Además, dijo que este tipo de análisis puede ayudar a prever posibles incumplimientos o dificultades en el pago de las deudas, permitiendo a las empresas implementar soluciones personalizadas para mitigar el impacto.
Randolf Niedermeyer subrayó que en un entorno económico tan volátil, la capacidad para adaptarse rápidamente a los cambios es esencial para las empresas que buscan mantenerse competitivas y solventes.
Detalló que las estrategias financieras deben ser flexibles, ajustándose continuamente a las condiciones del mercado, lo que implica una revisión constante de los modelos de negocio y la capacidad de ajustar los planes de riesgo en función de las fluctuaciones externas, como cambios en las políticas fiscales, la inflación o la variabilidad de los costos de producción.
«La clave está en la agilidad. Las empresas deben ser capaces de identificar las señales de cambio y actuar antes de que el impacto se vuelva irreparable», concluyó.