Empleabilidad con competencias

Empleabilidad con competencias

Empleabilidad con competencias

Altagracia Suriel

La Cuarta Revolución Industrial, basada en la Revolución Digital, con las nuevas formas en que la tecnología se integra en las sociedades, implica la revisión y actualización de propuestas formativas ajustadas a los mercados laborales y a sus desafíos.

Apostar por nuevos y mejores empleos que permitan lograr el Objetivo 8 de trabajo decente y crecimiento económico, supone una empleabilidad sostenible en la nueva economía tecnologizada en la que triunfan la competitividad, la innovación, la creatividad y la excelencia en la producción de bienes y servicios.

A tono con esos retos de la Cuarta Revolución Industrial y sus repercusiones, hay que impulsar un modelo pedagógico, que, como el finlandés, se oriente a contribuir al desarrollo económico y social del país mediante la prestación de servicios de formación y apoyo a la productividad.

Fortalecer la empleabilidad en estos tiempos implica promover la autonomía del participante en cualquier proceso formativo, del docente, personalización, aprendizaje activo y centrado en la persona, así como su vinculación con el entorno laboral.

Asimismo, la empleabilidad del mundo de hoy y del futuro impone un enfoque por competencia centrado en los resultados del aprendizaje con un diseño curricular basado en competencias que aporta cualificaciones de base amplia y que promueve la flexibilidad de los planes formativos a partir de la personalización, así como la renovación de las metodologías de enseñanza y aprendizaje, la actualización en función del nuevo perfil que se demanda y un acompañamiento continuo en la gestión de los procesos de aprendizaje.

De igual forma, en la educación, a todos los niveles, pero sobre todo en el ámbito universitario, si queremos asegurar empleabilidad, es necesaria la renovación del diseño curricular, la reestructuración e innovación del programa de formación, el aprendizaje activo, la habilitación digital para el docente, la creación de ambientes innovadores y la evaluación como elemento indispensable en la calidad de la formación técnico profesional, entre otros.

Impulsar conocimientos pertinentes siempre ha sido una necesidad de las sociedades que avanzan y se desarrollan. Como dice Leo Buscaglia, el cambio es siempre el resultado final de todo verdadero aprendizaje.



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