Cuando el año pasado se anunció la llegada del visitante 10 millones al país se marcaba un hito que además mostraba la resiliencia de la economía dominicana.
En cierta medida esa cifra marcaba el fin del proceso de recuperación económica y el inicio de un nuevo proceso de crecimiento sostenible del producto interno bruto nacional.
Así ha sido.
Faltando el mes de diciembre, uno de los de mayores registros de visitantes al país, ya se superó la cifra de los diez millones, con sólida proyección de alcanzar los 11 millones de visitantes al terminar el presente año.
Otra cifra que marca la robustez de la economía dominicana ha sido la proyección de terminar con un crecimiento económico superior al 5 por ciento del PIB.
Estadísticas reconfortantes, pero que también vuelven a poner sobre la mesa una reflexión que parece ser eterna.
La necesidad de que el crecimiento sea equitativo.
Al parecer República Dominicana ha llegado a la etapa de dejar de contar pobreza extrema y empezar a enfocarse en cruzar el umbral clasemediero.
Los países plenamente desarrollados son aquellos que tienen una robusta y amplia clase media.
Hacia ahí debe conducirse el país en los años venideros.