Elías Piña
El celo con el que se ocupa la autoridad local de mantener a la provincia Elías Piña fuera del registro de casos ante la pandemia es digno de elogio.
Una circunstancia en la que el hábito de comprar ha quedado como el único rasgo distintivo del dinamismo que hasta mediados de marzo mostraba la economía dominicana ha sido puesto a un lado por la autoridad provincial y la municipal, que el viernes vieron el tumulto generado por mercaderes y compradores binacionales y este lunes, sencillamente, no permitieron el tradicional intercambio del mercado binacional.
Hasta ahora Comendador, Bánica, Pedro Santana, Hondo Valle, Juan Santiago y El Llano, municipios de la referida provincia, han logrado mantenerse limpios de coronavirus gracias a una combinación de celo de la autoridad y de colaboración ciudadana.
¿Hasta cuándo les durará el invicto? Nadie puede saberlo, pero justo es reconocer que han hecho cuanto ha estado a su alcance para ver pasar la fatídica carroza sin sentirse invitados ni obligados.
Visto el cuidado de Elías Piña, cabe preguntarse: ¿qué nos ha faltado en otros lugares? Debe de haber allí, en la frontera, una enseñanza de gestión social para el aprovechamiento de todos.
Puestos a desear, justo es aspirar a que sus buenos resultados se extiendan tanto en el tiempo como les sea posible vista la presencia del dañino virus en ambos países. Ellos han hecho lo que les ha sido reclamado, que la Divina Providencia los acompañe.
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