Elecciones infantiles
Las elecciones infantiles representan una experiencia de formación de ciudadanía desde edades tempranas. Fue, y continúa siendo, una extraordinaria iniciativa del Instituto de Formación y Estudios en Democracia (IFED) y del Tribunal Supremo de Elecciones, en Costa Rica.
En la experiencia de las elecciones infantiles celebradas en 2022, de forma paralela a las elecciones nacionales, las opciones didácticas de su participación en procesos de elección, los niños y las niñas aprendieron derechos y obligaciones cívicas, con la única finalidad de que, llegado el momento de participar como ciudadanos y ciudadanas, lo puedan hacer de manera responsable.
El creador del Programa de Elecciones Infantiles de Costa Rica, en 2006, es Luis Antonio Sobrado González, quien fue presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Sobrado González y el equipo del TSE concibieron la idea de realizar estas elecciones simuladas con el objetivo de promover la participación cívica y democrática entre los niños y niñas del país.
La iniciativa también buscaba fortalecer los valores democráticos y la cultura cívica en las nuevas generaciones, y se ha mantenido como una de las actividades más importantes en el ámbito electoral y educativo en Costa Rica.
Este programa es un ejemplo de cómo las instituciones públicas pueden colaborar en la formación de ciudadanía, que es un concepto que es mucho más amplio de lo que se piensa. El mismo hace referencia al conjunto de derechos y deberes a los que la persona ciudadana está sujeta en su relación con la sociedad en la que vive, los cuales se adquieren desde el momento mismo del nacimiento, aunque se vayan ejerciendo en el transcurso del tiempo, según la edad de la persona.
La idea inicial fue ofrecer a los niños y niñas de ese país una experiencia educativa en la que pudieran aprender sobre el proceso electoral y la importancia de la participación cívica de manera lúdica y formativa. Permite también la integración de la familia y las organizaciones no gubernamentales (ONG).
Desde entonces, este programa se ha llevado a cabo cada dos años, coincidiendo con las elecciones nacionales, con el propósito de fomentar el civismo y la educación en valores democráticos desde temprana edad.
La democracia, como sistema político y forma de vida de una sociedad, se construye y se fortalece a través de la participación política de la ciudadanía.
La ciudadanía adquiere un rol protagónico en la toma de decisiones de los asuntos públicos. Uno de los principales espacios de participación, aunque no el único, es el electoral, en el cual la ciudadanía se pronuncia sobre las opciones que prefieren para el ejercicio del gobierno, o sobre algún tema específico cuando se trata de procesos de consulta ciudadana.
Ya, en clave de la experiencia de República Dominicana, están incubándose planes de la educación electoral para nuestros jóvenes, pues, la Junta Central Electoral (JCE) se propone impulsar e incrementar la participación electoral de los jóvenes para evitar el abstencionismo electoral y mantener con mayor vida el sistema democrático dominicano.
Muchos de nosotros reconocemos que desde el relanzamiento mismo del Instituto Especializado Superior de Formación Política Electoral y del Estado Civil, (IESPEC), que es el área académica de la JCE, se ha estado realizando simulacros en las escuelas para incentivar la participación electoral en adolescentes.
Hoy dicho organismo trabaja de manera rauda en la búsqueda de herramientas claves de participación electoral juvenil, para destacar las acciones educativas puedan fomentar la participación de los jóvenes en las elecciones. Convertir la educación electoral en un objetivo programático, con los mismos fines y propósitos. ¡La democracia electoral se aprende!
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