El voto preferencial

El voto preferencial

El voto preferencial

 

La Junta Central Electoral tuvo un terrible traspié en febrero, lo cual obligó a la suspensión de las elecciones municipales programadas para esa fecha. Los actos de contrición de lugar fueron hechos, pero de inmediato miró hacia adelante, hizo los correctivos de lugar y empezó a reorganizar los comicios que finalmente se celebraron exitosamente en marzo.

Simultáneamente, y tomando en cuenta las experiencias negativas de febrero, continuó la organización de las elecciones programadas para mayo.

La pandemia del Covid-19 obligó a una nueva posposición del certamen electoral. De igual manera, los funcionarios electorales siguieron la marcha y adecuándose a la nueva realidad organizaron las elecciones para el 5 de julio, las cuales se celebraron de manera exitosa.
La democracia dominicana, luego de estas pruebas, ha salido fortalecida.

Todos los actores políticos mostraron su buena voluntad para que el proceso de escogencia de nuevas autoridades electivas culminara de manera exitosa.

Se contó con eficiencia y rapidez la votación a nivel presidencial y senatorial.

Como ya ha sido una tradición, aún hay dilación en el conteo del voto preferencial en los diputados.

Eso también pudo terminar mucho más rápido, pero las deficiencias en la calidad de la educación ha sido la que se ha convertido en un obstáculo.

Casi el 50 por ciento de las actas llegaron descuadradas a las juntas municipales, eso porque se falló en algo tan elemental como sumar correctamente.

Las juntas municipales y los partidos deben poner de su parte para culminar ese proceso lo antes posible y que finalmente se conozcan los nombres de los diputados electos, como ya sabemos los del presidente, la vicepresidenta y los senadores.

En este nivel, muchas elecciones serán por diferencias mínimas, pero diferencia al fin. Las juntas municipales tienen el deber de revestir de la mayor transparencia el “cuadre de las actas” y los actores tienen que hacer uso del principio democrático y el que ganó, ganó; pero el que perdió, perdió.



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