La selección nacional de voleibol femenina ya es marca país, que no le quepa la menor duda a nadie, dado que sus triunfos han repercutido en todo el mundo, por estar de “ tú a tú” con las principales potencias en los eventos de mayor principalía.

Estas exitosas participaciones en los escenarios y competencias de primer nivel, son una muestra más que fehaciente del desarrollo deportivo que han logrado nuestras jugadoras.

No es fácil imponerse en buena lid a selecciones como Brasil y Estados Unidos, por citar solo dos casos, teniendo en cuenta que esas son dos potencias mundiales que realizan inversiones multimillonarias en esos renglones.

En lo adelante, el Ministerio de Turismo de República Dominicana, en sus anuncios publicitarios, debe incluir gráficas o fílmicas de las “Reinas del Caribe”, como parte esencial de su patrimonio.

Instalarse donde hoy está el país, en uno de los deportes más populares y de mayor interés, hay que resaltarlo por todo lo alto, porque ese es un verdadero orgullo nacional.

Un aparente buen inicio

A pesar de lo convulsionado que está el país con los sobresaltos políticos sobre si hubo o no graves anomalías en los resultados de las elecciones primarias, la asistencia en los primeros dos días del campeonato de béisbol ha resultado aceptable en todos los escenarios.

Es un buen indicio, porque ese es un espectáculo que en sus primeros dos meses cuenta con escasos jugadores estelares, los que excitan a los fanáticos, contrario a otros tiempos en que los jugadores más destacados en Grandes Ligas se desmontaban del avión para ir primero a los estadios y luego a sus casas.

La liga y los equipos conocen muy bien cuáles son sus debilidades, por lo que deben hacerles frente con rapidez, para evitar que haya una estampida desde el inicio del torneo.