El vishing gana terreno y se convierte en un crimen habitual en República Dominicana

Santo Domingo. – En tiempos en los que el uso de dispositivos móviles cada vez está más presente en la actividad diaria de las personas, el fraude electrónico se ha vuelto algo común y representa un problema de gravedad. La causa, la exposición de datos personales en plataformas digitales, que origina ciberdelitos como el vishing.
Últimamente, este se ha convertido en una de las estafas más comunes en República Dominicana. Se trata de una llamada telefónica fraudulenta, con la que se suplanta la identidad de empresas o instituciones legítimas para persuadir a víctimas a que revelen información personal.
Según el más reciente informe de TransUnion «Fraude Omnicanal Tendencias y Estrategias para proteger a las Organizaciones y a los Consumidores», el vishing es uno de los esquemas de delito electrónico más denunciado en el país, así como en otras naciones de la región como Chile, Brasil y Colombia.
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De acuerdo al estudio, el 30 % de los dominicanos que dijeron haber sido blanco de fraude en el periodo agosto-diciembre 2024, informaron que el intento involucró vishing como principal método de engaño.
Uno de los motivos es el uso constante de teléfonos móviles, según Diana Martínez, directora de Soluciones de Fraude para TransUnion en América Latina.
“Con nueve de cada diez dominicanos usando teléfonos móviles para realizar sus actividades diarias, conectarse con amigos y mantenerse en contacto con la familia, es fácil entender por qué el vishing sería una táctica de fraude tan común entre los estafadores”, precisó.
De acuerdo a Martínez, los ciberdelincuentes pueden atacar en cualquier momento utilizando cualquier canal, pero suelen centrarse en los más populares para llegar a sus víctimas.
El vishing y otras estafas realizadas mediante el empleo de medios electrónicos, informáticos, telemáticos o de telecomunicaciones, están sancionadas en el marco legal con la pena de tres meses a siete años de prisión y multa de diez a quinientas veces el salario mínimo.
Así lo establece el artículo 15 de la Ley 53-07 sobre Crímenes y Delitos de Alta Tecnología, normativa que, de acuerdo a especialistas, debe ser modificada para ampliar su nivel de alcance.
A este llamado también se han unido legisladores, como la diputada por la circunscripción uno del Distrito Nacional, Liz Mieses, quien considera que la ley debe ser sometida a una reforma, para brindar mayor protección a los ciudadanos en el entorno digital y garantizar que las nuevas amenazas digitales sean adecuadamente perseguidas y castigadas.
Tendencia en aumento
Conforme a los datos recopilados por TransUnion, el riesgo de fraude digital se ha estabilizado en los últimos tres años, siendo la apropiación de cuentas digitales, uno de los delitos con tendencia ascendente más preocupante.
Según el estudio, República Dominicana tuvo el mayor porcentaje entre los países de la región, donde hubo más víctimas de fraude por correo electrónico, en línea, llamadas telefónicas o mensajes de texto en el segundo semestre de 2024.
Asimismo, junto con Hong Kong y la India, el país alcanzó una cifra de fraude digital superior a la media mundial del 5,4 % en 2024.
Este tipo de estafa tiene un alto costo para los consumidores, que pueden enfrentar pérdidas significativas. La encuesta de TransUnion determinó que para aquellos que dijeron haber perdido dinero debido al fraude en República Dominicana, la cantidad promedio de pérdida fue de 45,581 pesos.
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