El vaper es la nueva adicción silenciosa de jóvenes y adultos

En los últimos años, hemos sido testigos del auge de un nuevo hábito que ha calado profundamente en la población, sobre todo en los adolescentes y jóvenes: el uso del cigarrillo electrónico, conocido popularmente como vaper.
A simple vista, parece inofensivo, incluso moderno y hasta elegante. No deja mal olor, no produce cenizas y viene en sabores dulces que lo hacen parecer un simple juguete tecnológico.
Pero detrás de esta aparente “nueva normalidad” se esconde una realidad preocupante: el vaper es una puerta de entrada a la adicción, con efectos dañinos para la salud física, emocional y social de quienes lo consumen. Y lo más alarmante: muchos no son conscientes de ello.
¿Qué es el vaper?
El vaper es un dispositivo electrónico que calienta un líquido (llamado e-liquid o juice) para convertirlo en vapor que luego se inhala.
Este líquido suele contener nicotina, saborizantes artificiales y otras sustancias químicas, algunas de las cuales pueden ser tóxicas para el organismo.
Aunque fue creado originalmente como una alternativa para dejar de fumar, en la práctica se ha convertido en una moda entre adolescentes, quienes lo perciben como menos dañino o incluso como algo “cool”.
¿Por qué atrae tanto a los jóvenes?
- Apariencia tecnológica: su diseño moderno y estilizado lo hace ver como un gadget más.
- Sabores llamativos: frutas, chicle, postres… enmascaran el sabor real de la nicotina.
- Fácil acceso y poca regulación: se venden libremente incluso en redes sociales.
- Presión social y redes: su popularidad en TikTok, Instagram y grupos de amigos.
- Falsa percepción de seguridad: creen que no hace daño o que es mejor que fumar.
Las consecuencias físicas del vaper
Aunque algunas campañas lo presentan como “menos dañino”, estudios recientes revelan múltiples riesgos:
- Daño pulmonar: sustancias como el diacetilo pueden causar enfermedades graves.
- Irritación en garganta y vías respiratorias.
- Aumento de frecuencia cardíaca y presión arterial.
- Alteraciones del sistema inmunológico.
- Riesgo de explosiones del dispositivo.
Y lo más alarmante: la mayoría de los vapers contienen nicotina, una de las sustancias más adictivas conocidas.
Consecuencias emocionales y psicológicas
Desde el enfoque clínico, debemos alertar sobre los efectos en la salud mental, especialmente en la adolescencia:
- Mayor ansiedad e irritabilidad.
- Alteración del estado de ánimo: insomnio, tristeza, falta de concentración.
- Relación con otras adicciones: alcohol, marihuana, otras drogas.
- Pérdida de control personal y baja autoestima.
El placer inmediato del vapor dificulta medir consecuencias reales.
¿Y qué pasa con los adultos?
Muchos adultos terminan sustituyendo una adicción por otra. Otros usan el vaper como ritual de escape emocional, generando un patrón poco saludable.
¿Qué podemos hacer como sociedad?
La educación emocional y la prevención son claves. Acciones concretas:
- Conversaciones abiertas en familia.
- Espacios escolares para hablar de adicciones.
- Acompañamiento psicológico.
- Modelar hábitos saludables.
El rol de la salud mental
En el Centro Calma Alma, cada vez llegan más adolescentes con ansiedad, problemas familiares y dificultades emocionales, donde el vaper aparece como mecanismo de escape. Más allá del síntoma, hay que abordar la raíz emocional: ¿Qué se está evadiendo?
Una forma moderna de dependencia
El vaper no es solo una moda. Es una forma moderna de dependencia que afecta cuerpo, mente y relaciones.
Debemos tomarlo en serio, no para castigar, sino para educar y sanar.
Porque detrás de cada adolescente con un vaper en la mano, hay una necesidad no atendida, una emoción no expresada o un dolor no nombrado.
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Andrea Belen
Psicóloga Clínica, Terapeuta Familiar Sistemática y Terapeuta Sexual y de Pareja, Directora del Centro Calma Alma
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