El repunte de la actividad turística, a pesar de las condiciones que prevalecen en el mundo como consecuencia de la pandemia y de las turbulencias generadas por la guerra entre Rusia y Ucrania, es alentador.
La decisión de abrir, promover y facilitar las condiciones para que los visitantes tuvieran una estadía memorable a pesar de las precariedades y de los temores, fue una apuesta arriesgada, pero visionaria.
Un día, tal vez no muy lejano, todo volverá a ser fluido como en los días previos a la declaración de la pandemia y de los efectos internacionales de la guerra y, para entonces, los lugares para vacacionar estarán a la carta, pero República Dominicana será el referente.
El ministro del ramo, David Collado, ha dicho que el turismo ha vuelto a ser el puntero de la economía nacional, dando a conocer con entusiasmo cifras que destacan el alto número de visitas hechas en abril pasado y tiene el convencimiento de que mayo será un mes para recordar.
De esto ha hablado en Bávaro, donde tiene lugar esta semana Dominican Annual Tourism Exchange (DATE) 2022.
Lo que ha ocurrido con el turismo es, sin dudas, lo que se debe hacer en muchos otros ámbitos de la vida nacional, particularmente en los sectores productivos, para que en cada uno opere una turbina de entusiasmo, inversiones vigorosas y compromiso de los involucrados.