Durante 17 días, desde el viernes 1 de marzo hasta el martes 9 de abril, los fanáticos del voleibol disfrutarán del segundo torneo superior femenino en forma consecutiva, en el Pabellón del Centro Olímpico, lunes, miércoles, viernes y domingos, en distintos horarios.

En el torneo participarán: Las Caribeñas, actuales campeonas; Las Guerreras, Mirador y Cristo Rey, equipos conformados por atletas de la selección superior y de las categorías sub 23 y 20.

Solo cuatro jugadoras de la selección mayor no jugarán por compromisos internacionales y por recuperación posparto.

Pese a no contar con refuerzos extranjeros, como acontece en otros países, entre los equipos de talento exclusivamente nativo reina un gran entusiasmo y espíritu competitivo.

De igual forma entre los fanáticos, la mayoría considera que el Mirador sale favorito.

El precio de entrada será de RD$100 por jornada de dos partidos.

Naturalmente, que entre todas hay interés y voluntad de alcanzar la victoria, lo que promete una competencia de calidad y mucho entusiasmo: unas por demostrar nuevamente lo que son, y otras por presentar su talento y músculos como rematadoras, bloqueadoras, acomodadoras, sacadoras y líbero.

Entre las críticas de los fanáticos están la escasa o nula promoción del torneo, porque ni siquiera en el Centro Olímpico hay una valla anunciándolo; tampoco en las redes sociales, repitiendo lo que aconteció con el torneo anterior; la no incorporación de la rama masculina, y que el horario de los juegos del domingo sea a las 11:00 a. m. y a la 1:00 p. m., lo que podría restarle el apoyo del público.

La ruta estratégica de los organizadores se desconoce, pero las señales no parecen revelar que exista un plan de mediano plazo; ojalá que el Ministerio de Deportes, de común acuerdo con el de Educación Superior, envíen al extranjero a graduados en Educación Física y otras disciplinas, para realizar maestrías que sirvan de soporte para la concepción y planificación profesional de un evento superior, con el objetivo de poder contar con lo que ofrece el soporte empírico: experiencia, percepción sensorial y la formación del conocimiento.

No obstante a los pro y contra del torneo superior, el evento que inicia este viernes merece el apoyo del público, de la prensa y del sector empresarial; dado que el voleibol, como actividad, le suma al deporte, a la recreación y al esparcimiento, que mucho necesita esta sociedad, herida por la degradación de valores.