Cada cierto tiempo se plantea la discusión sobre el tamaño de la representación de los dominicanos en el Congreso Nacional, tema que sería interesante abordar si se abre la discusión sobre la reforma de la Constitución de la República.
La dominicana es una de las democracias con más diputados en América Latina y el Caribe.
Sólo países como Argentina, Brasil, Cuba, México y Venezuela tienen más diputados que República Dominicana, país que supera a Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, además de todas las islas del Caribe.
Visto ese listado se puede concluir que la cantidad de diputados no es un indicador de la calidad de la democracia de un país, por lo que su tamaño dependerá de la cultura política o la conveniencia de la colectividad.
Nuestra Cámara de Diputados ha sido un pilar del desarrollo institucional y democrático del país, pero hay que reconocer que una matrícula de 190 miembros de la Cámara Baja pudiera ser excesivo para una nación como República Dominicana.
Una reforma del Estado pudiera incluir revisar el máximo de diputados
Los mismos diputados, en un ejercicio sincero y responsables, pueden testimoniar si le luce adecuada una cámara con tantos integrantes o si por el contrario se tendría un menor desempeño con una representación menos numerosa.
Una discusión como esta no debe verse como un intento de degradación del rol de los diputados, sino como una parte de la reforma integral del Estado.
