Shanghái está tomando enérgicas medidas contra los contaminadores con la aplicación de multas más estrictas para combatir los peligrosos niveles de smog que entorpecen su proyecto de convertirse en un centro financiero mundial.
A partir de mañana, la ciudad quintuplicará la multa máxima por contaminación a 82 mil dólares. Los reincidentes, ya se trate de empresas o particulares, podrían tener que pagar más cargos.
Las multas buscan resolver el problema cada vez más agudo del deterioro de la calidad del aire en la segunda ciudad de China por número de habitantes. La contaminación del aire atenta contra la calidad de vida y amenaza con desalentar al talento financiero extranjero de elegir la ciudad en lugar de Hong Kong o Singapur en momentos en que la ciudad está probando políticas de mercado libre con una zona de libre comercio.
“El talento financiero de alta gama en general tiene un trabajo de alta intensidad sumado a una mayor movilidad”, dijo por correo electrónico Li Zhiguo, profesor asociado de la Universidad Fudan de Shanghái. “Es más sensible a las cuestiones de la calidad del aire”.