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El síndrome del aniversario

Cada año, mientras muchas familias se preparan para celebrar, otras viven algo muy distinto. En República Dominicana, miles de personas atraviesan en diciembre lo que se conoce como síndrome del aniversario: cuando la fecha de una pérdida significativa, muerte de la pareja, hijo, hermano o alguien muy querido, vuelve a despertar emociones intensas.

El cuerpo y la mente tienen memoria. Por eso, en esta temporada algunas personas empiezan a sentirse distintas sin entender por qué: el ánimo baja, surge irritabilidad, cansancio emocional o necesidad de aislarse. Otros presentan ansiedad, problemas de sueño, nostalgia profunda o rechazo a las actividades familiares.

La familia lo percibe: “Siempre se pone así en diciembre”, “en Navidad no quiere salir”, “le cambia el carácter”.

No se trata de una actitud negativa, sino de una herida emocional que se reactiva. Si no se atiende, este fenómeno puede generar tristeza persistente, discusiones, retraimiento social y síntomas que se confunden con depresión estacional.

Para muchos hogares, las fiestas dejan de ser celebración y se convierten en un recordatorio doloroso. Sin embargo, el síndrome del aniversario no es señal de debilidad.

Es una respuesta humana ante un vínculo que marcó profundamente la vida de alguien. Y puede manejarse de forma saludable.
Los especialistas sugieren:

  • Nombrar la pérdida, hablar del ser querido y validar lo que se siente.
  • Crear un ritual sencillo, como encender una vela o escribir una carta.
  • No forzarse a aparentar alegría, permitiendo que las emociones fluyan.
  • Buscar apoyo profesional cuando la tristeza limita la vida cotidiana.
  • Pedir acompañamiento familiar y crear espacios más tranquilos en estas fechas.
    El síndrome del aniversario recuerda que el duelo no obedece al calendario. Pero, con apoyo y cuidado, es posible recordar sin quedar atrapado.

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