Sí, en algunas comunidades se producen protestas en estos días por largos períodos de apagones, una molestia que causa calor inclusive cuando las temperaturas son bajas.
Es una fórmula para la multiplicación del estrés de la gente de los barrios, que se refresca con agua fría y con abanicos y para llevar al límite la capacidad de equipos y plantas energéticas debido al aumento de la demanda por la ola de calor extremo que atraviesa el país desde los primeros días de mayo y del que se oyen quejas hasta en medio de aguaceros torrenciales como los de la semana pasada, que no eran suficientes para refrescar el ambiente.
Candela y puya
Y todo parece que se pone de acuerdo para complicar la situación, porque a las plantas de Punta Catalina ha habido que dedicarles en estos días una atención especial para resguardarlas de los daños que puede causar el sargazo, abundante en toda la banda sur de la isla, al punto de poner en crisis lugares de reunión de los que huyen del calor, como Boca Chica.
Está dicho, y parece cierto: ninguna calamidad llega sola.