
Compartir:
SANTO DOMINGO.-Carlos Fuente ("Carlitos" como prefieren llamarlo aquellos que lo diferencian de su padre) no deja de sonreír cuando habla de la empresa que a fuerza de mucho tesón se ha convertido en un ícono del tabaco de calidad, del valor agregado a una materia de primera agrícola y los rigurosos estándares en su sistema de producción.
Aunque no los lista como un catálogo, se nota que se siente orgulloso del legado familiar, la armonía entre los empleados de la empresa y el sitial alcanzando por la marca.
