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El «saltacocote» y otros habitantes cavernícolas de las Cuevas del Pomier, obligados a migrar o morir

Yanet Féliz Por Yanet Féliz
El «saltacocote» y otros habitantes cavernícolas de las Cuevas del Pomier, obligados a migrar o morir
Todos los animales con pulmones están condenados en la recién reconocida Capital Prehistórica del Caribe, incluido el majestuoso Anolis valeatus.

Polvo en el ambiente, altas temperaturas y resequedad en el interior de las cuevas amenazan su supervivencia.

Santo Domingo.Los inofensivos habitantes cavernícolas de las Cuevas del Pomier, hoy reconocidas como la Capital Prehistórica del Caribe, enfrentan una amenaza existencial. Específicamente, los murciélagos se ven forzados a una dramática disyuntiva: “migrar o morir”.

La mayoría de las especies que habitan en el sistema de cuevas carecen de la capacidad para desplazarse o abandonar su entorno, lo que las condena a sucumbir.

De manera evidente, la población de murciélagos en la Cueva No. 4 ha disminuido considerablemente. Algunos han optado por trasladarse a una galería antes no utilizada, lo que sugiere que el siguiente paso será la migración hacia otras cavidades o incluso a otras regiones.

Este fenómeno es una consecuencia directa de la actividad minera que tuvo lugar en la zona antes de su suspensión.

Sin embargo, los efectos aún persisten, manifestándose en forma de altas temperaturas y una gran concentración de polvo.

Especies en peligro

Domingo Abreu Collado, presidente del Espeleogrupo de Santo Domingo, advirtió que otra especie cuya presencia se ha reducido significativamente es el Anolis baleatus, conocido popularmente como saltacocote o lagarto gigante dominicano.

No obstante, no se dispone de una evaluación reciente sobre el impacto de estos cambios en la fauna del lugar.

“Este impresionante animal tenía un nicho especial en la Cueva Scarlet, aunque también podía encontrarse en la Cueva del Puente y otras cavidades con abundante vegetación cercana. Para su supervivencia, la humedad y una temperatura fresca son fundamentales, pero en El Pomier estas condiciones están desapareciendo debido al avance de la minería y el uso de alta tecnología por parte de las empresas mineras”, explicó Abreu Collado.

Otras especies de artrópodos también están en peligro, como los Diplópodos (milpiés) y algunos tipos de congorochos. Aunque estos organismos están presentes en distintas partes del mundo, dependen de la hojarasca húmeda para sobrevivir, un entorno que está desapareciendo en El Pomier.

“En cuanto a los ciempiés (Clase Chilopoda), en las cuevas de El Pomier solían abundar los órdenes Scolopendromorpha y Scutigeromorpha. Mientras que, dentro de la Clase Arachnida, se encontraban algunas de las especies más comunes en estos ecosistemas cavernícolas”, detalló el espeleólogo.

En 1995, el Dr. Stewart B. Peck descubrió cinco nuevas especies en algunas de las cuevas exploradas. Con respecto a los amblipígidos (conocidos como guabás), aún se desconoce su destino, aunque se teme que desaparezcan junto con la cadena trófica colapsada.

Lea también: Presidente de la Cámara Minera: “Hay que preservar las Cuevas del Pomier”

Impacto en la flora

Abreu Collado también destacó la alarmante disminución de los mamones (Annona reticulata), árboles frutales que en su época dominaban el bosque y dieron origen al nombre del sitio (Pommier, que en francés significa manzanar). Sin embargo, su fructificación se ha reducido drásticamente.

El experto advirtió sobre el grave daño que la minería ha causado tanto a la flora como a la fauna del área. Además, alertó que la permanencia de esta actividad podría agravar aún más la situación, afectando no solo a los ecosistemas naturales, sino también a los habitantes humanos de la región.

Falta de evaluaciones técnicas recientes

Según Abreu Collado, en los últimos años no se han realizado estudios técnicos actualizados sobre el estado de las cuevas. La última evaluación fue llevada a cabo en 1995 por el Espeleogrupo de Santo Domingo, con el respaldo del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (FMAM), bajo la dirección del Dr. José Alberto Ottenwalder.

Sin embargo, las condiciones actuales dentro y fuera de las cuevas no auguran nada positivo para las especies que dependen de este hábitat.

El espeleólogo atribuye esta crisis ambiental a la presencia de empresas mineras, en particular a la compañía Dominicana de Cales, S.A. (DOCALSA), que en febrero de 2020 instaló un horno regenerativo de cal “flex-reversy”. Este equipo ha provocado un aumento exponencial de la presencia de polvo en el ambiente, afectando varios kilómetros a la redonda y elevando las temperaturas dentro de las cuevas.

Rol ambiental

En la Capital Prehistórica del Caribe, los murciélagos —de los cuales existen siete especies en las cuevas— desempeñan un papel crucial en la regeneración del ecosistema. Son responsables de la dispersión y multiplicación de todos los árboles frutales en un radio de más de diez kilómetros.

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