El salario mínimo

El salario mínimo

El salario mínimo

La solución del establecimiento de un nuevo salario mínimo ha sido una tarea que ha requerido un esfuerzo enorme, que aun arribándose a una disposición oficial, deja a todos insatisfechos. Ello porque en primer lugar nos encontramos frente a un sector gubernamental ágil y ligero al legislar, pero reticente, e incumplidor al momento de hacer valer las propias leyes que ha promulgado.

La Ley 187-17 y su reglamento establecen claramente una clasificación general de las empresas en tres dimensiones diferentes y bien definidas.

Este no es el tema del momento, sino el que dicha ley y su aplicación, conforme describe la misma, debió entrar en vigor inmediatamente con su promulgación.

Pero como sucede constantemente en el país, lo transitorio se convierte en permanente, lo inmediato se pospone indefinidamente, y se vive propagando que vivimos bajo un régimen de la ley, la cual no se respeta.

Ya con este precedente por delante, se obvia el respeto por la ley y se decide un salario minino, que tampoco cuestiono.

Lo que si viene a mis pensamientos es el debate filosófico de que si un mismo trabajo puede recibir múltiples compensaciones por el solo hecho de que es realizado en empresas de dimensiones o sectores de actividad diferentes.

¿No sería más racional establecer un jornal por hora mínino, sobre la base de una máxima de horas laborales en la semana, indistinto del día o noche, siempre con limitaciones en cuanto a su extensión y tiempo mínimo entre una jornada y otra?

Solo a modo de ilustración, se podría por ejemplo disponer RD$100 la hora (imponible), en un máximo de 8 horas diarias y no más de 40 horas semanales, con descanso mínimo de 12 horas entre jornadas. Si acaso, para el trabajador agrícola, se podría disponer $60 (no imponible) la hora, en jornadas de hasta 10 horas, en semanas de no más de 44 horas. Solo un ejemplo.

Si el tema salarial no encuentra una solución definitiva y equitativa, seguiremos limitando en el país las oportunidades de empleos, y de empleos de calidad.



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