El Gobierno y los cuerpos de seguridad pública tienen un importante reto el 28 de este mes, pues los cabecillas del movimiento denominado “Marcha Verde” han convocado una concentración al frente del Palacio Nacional y pretenden que iguale o supere la realizada en enero del año pasado.

Hay un problema de seguridad planteado, pues aunque hasta ahora las actividades organizadas por ese movimiento han sido pacíficas, las multitudes suelen poner nerviosos a los agentes del orden público.

No importará mucho si el Ministerio de Interior y Policía niega la autorización para la concentración, ya que los organizadores tienen la intención de mantener la convocatoria en el mismo lugar, alegando que es un lugar público y la Constitución confiere la libertad de reunión y movilización.

Los Verdes han elegido estratégicamente la fecha de la concentración, pues en esos días estará venciendo el plazo para que el Ministerio Público formalice las acusaciones contra los implicados en el caso Odebrecht o que pida la prórroga de tres meses a que tiene derecho.

Cualquiera que sea la decisión que tome el Ministerio Público será motivo de crítica por parte del Movimiento Verde y se usará como combustible para poner en marcha las movilizaciones.