El PRM y las tres causales

El PRM y las tres causales

El PRM y las tres causales

Rafael Chaljub Mejìa

Inconsecuencia a la vista. El Partido Revolucionario Moderno se comprometió con la defensa del aborto por las tres causales, captó muchos votos progresistas y cuando llegó al poder echó su palabra al zafacón de los desperdicios y mandó a sus legisladores a votar contra las tres causales.

Como uno ha visto tantas, no va a dejarse matar del desaliento por esta nueva felonía, pero hay que pronunciarse. La maldad no se cura sino con decirla, dijo Martí.

Esto ha sido un golpe a los que dentro del PRM mantienen posiciones democráticas y un triunfo del ala más conservadora de ese partido. Una concesión onerosa a la influencia de la oligarquía más rancia que se montó en la ola del cambio para copar posiciones importantes del gobierno y desde ellas hacer que las cosas marchen a su favor.

Donde esa oligarquía pone su dinero, pone también su influencia y el PRM y el gobierno debieran recordar que en cualquier momento crítico, su más valioso respaldo debe venir de los de abajo.

Cuando tumbaron a Juan Bosch el 25 de septiembre de 1963, las masas perredeístas se quedaron pasivas, porque el presidente de entonces, desde que llegó al poder, relegó a su propio partido y hubo que trabajar duro para despertarles a las masas perredeístas la rebeldía que el mal manejo del gobierno le pasmó.

En lo de las tres causales, el PRM se olvidó de las niñas y adolescentes, hijas del pueblo, que forman el contingente principal de las víctimas de la mortalidad materna, que es actualmente, una de las principales causas de muerte en todo el mundo.

Y cedió al conservadurismo de una jerarquía religiosa, católica y de otras confesiones, que se opone a las tres causales en nombre del derecho a la vida, aunque la madre se muera de parto a causa de un embarazo inviable.

Que en nombre de Dios condena a una niña violada o víctima de un incesto, a llevar la cruz de un embarazo forzado, aunque ese tipo de embarazo está condenado en la Constitución como crimen de lesa humanidad.

Y que al cerrar las puertas al aborto legal por las tres causas, empuja al recurso riesgoso del aborto clandestino.

Me gustaría que el Dios que invocan esas iglesias me dijera, pero aquí en la tierra, si apoya semejante incoherencia.
Por fortuna, la lucha sigue y más temprano que tarde las tres causales pasarán.



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