El PRM bajo la lupa

El PRM bajo la lupa

El PRM bajo la lupa

Mi consejo de amigo al liderazgo del Partido Revolucionario Moderno es que busque la forma de salir lo más pronto posible del enredo en que se encuentra después de su reciente convención.

Mientras más días transcurren más disminuida queda su imagen de entidad política que se dice moderna, que prometió hacer la convención más democrática y transparente y así demostrar que los vicios del perredeísmo eran cosa del pasado.

Al prometer todo eso el PRM se emplazó a sí mismo y comprometido a probar que era una fuerza política democrática, transparente, eficiente, moderna.

Quedó bajo la lupa de la opinión pública. Y resulta que los problemas empezaron antes de la convención, cuando un acuerdo en las alturas decidió los ganadores de los dos más altos cargos del partido.

Luego fallas y deficiencias en la organización y la logística y, una vez concluida la votación, la incapacidad para ofrecer informaciones convincentes.

Desde entonces solo se habla de porcentajes, de probables ganadores y escasamente de la cuantía de sufragios emitidos.

Así, a la Comisión Organizadora se le pasa el tiempo y la falta de información diáfana y creíble se lleva de paro la credibilidad de esa comisión; a pesar de estar compuesta por personas de reconocida solvencia moral.

Siendo así las sospechas no recaen en los comisionados como individuos, sino en el partido como institución, en la capacidad del PRM para administrarse a sí mismo, manejar sus propios asuntos y esto pone en entredicho la imagen de una fuerza política que aspira a llegar al poder y tomar en sus manos nada menos que los destinos de la República.

Como es una fuerza potencialmente aliada, la más numerosa de la oposición, uno sigue con interés lo que le ocurre y en este caso fuera bueno saber qué es lo que ha pasado en el proceso convencional, por qué causa no hay datos precisos y concluyentes, qué razón poderosa impide que se hable con transparencia y que a casi veinte días del evento todo parezca empantanado.

Yo no sé cómo, pero el PRM debe hacer un esfuerzo por dar la cara y concluir este capítulo o exponerse a quedarse patinando en ese punto y la sociedad y la vida política misma terminen por desinteresarse del asunto y ese partido reducirse poco menos que a la insignificancia en la esperanza de la gente.



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