El primer problema de las pacas de ropas en Santo Domingo

El primer problema de las pacas de ropas en Santo Domingo

El primer problema de las pacas de ropas en Santo Domingo

*Por Hanlet Domínguez

Estando en Valladolid en agosto de 1501, Cristóbal Colón escribió una extensa carta a los Reyes Católicos, acerca de lo que él creía que hacía falta en la Isla Española. Entre las tantas cosas que le dijo a los monarcas, mencionó la necesidad de que las personas tuvieran la ropa necesaria.

Al mes siguiente, los reyes nombraron con mucha pompa a Nicolás de Ovando como gobernador de la isla. Dos semanas después, le dan las instrucciones al nuevo gobernador para que las personas puedan llevar sus ropas y también llevarle una pieza a un ser querido. En tal sentido, Isabel y Fernando instruyeron a los tripulantes y oficiales que jurasen que no iban a vender sus ropas en Santo Domingo, por lo que esta acción estaba estrictamente prohibida.

Entre las tantas personas que iban a ir en el viaje con Ovando para la isla Española, estaba Alonso Sánchez de Carvajal, quien era persona no grata para el nuevo gobernador, pero sí de confianza de Colón. Este era posiblemente un espía para informar sobre las mercancías que llevaban las gentes de Ovando.

En diciembre se enteraron los reyes de que gente de la expedición de Ovando no querían cargar sus ropas en los barcos, ya que querían esperar “sospechosamente” que pasará la navidad para irse a Santo Domingo. Isabel y Fernando estaban desesperados para que salieran cuanto antes, en razón de que la ciudad primada de América era un desorden sin un gobernador capaz. En ese sentido mandan a poner multas de “ mill maravedis a cada uno que así no lo cumpliere” (lo de cargar sus pertenencias y mercancías)

Al mismo tiempo los reyes le reprochan a Colón que le baje los precios de las ropas y telas que este estaba mandando en las embarcaciones de Ovando. El almirante mandaba telas y lienzos provenientes de Londres a un precio que en Santo Domingo nadie podría pagar. Colón había invertido mucho dinero en este negocio, ya que para la época aparecen cartas donde él pide prestado hasta para trasladarse de un lugar a otro; en otras palabras el almirante estaba en la ruina económica.

Entonces empezó a crecer el rumor de los precios de la mercancía de Colón lo que desató que las gentes de Ovando empezarán a comprar y empacar más ropas de la cuenta para vender en la isla Española. Por esta situación los Reyes Católicos regañaron a Ovando y le dijeron que se asegurara que nadie vendiera sus ropas en Santo Domingo, pero que no dijera nada hasta que llegara a dicha ciudad.

Esta situación en la que se vieron envueltos Colón y Ovando puede ser una de las razones por la cual ambos no se tenían ningún tipo de simpatía.

*Escrito por el historiador Hanlet Domínguez
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