Los que vuelven hoy y mañana a las autopistas y las carreteras para pasar el último día del año 2024 y el primero del que inicia a media noche, serán tal vez menos que hace una semana, cuando los festejos navideños con un miércoles feriado generó un gran “puente”.
En esta ocasión también se les ha adelantado el Centro de Operaciones de Emergencias, que inició ayer a las 2:00 de la tarde la segunda fase del Operativo Conciencia por la Vida, Navidad y Año Nuevo 2024-2025.
La idea de fondo en esta operación del COE es la prevención y la respuesta ante las emergencias, particularmente las que tienen lugar mientras la gente se desplaza por las grandes y las pequeñas vías de comunicación.
Si los que se van de la gran ciudad y quienes viajan entre pequeñas y medianas comunidades son previsores, estarán haciendo un gran servicio a los cerca de cincuenta mil colaboradores del COE, que pueden tener unas ganas inmensas de servir a quienes confronten apuros, pero que merecen, ellos mismos, que incidentes, accidentes y percances se vean reducidos a lo mínimo para que, como humanos, puedan tener períodos más extendidos junto a familiares y amistades.
Pero ser previsores también para el beneficio propio, porque cualquiera que se tome un poco de tiempo para examinar las bajas del Fin de Año pasado, desde la Navidad en adelante, caerá muy pronto en la cuenta de que no son más que una estadística.
Si alguien se dedica a buscar nombres de las víctimas de bebidas adulteradas, accidentes de tránsito, riñas o tumultos de los períodos festivos de hasta cuatro años atrás, hallará una cifra y acaso nombres.
Preservarse y preservar a los otros, he ahí el primer deber, ahora que caminamos al final de las fiestas.