El próximo mes y los subsiguientes son claves para el Gobierno desde el punto de vista de la planificación económica. Son meses de importancia capital para estructurar el presupuesto que se invertirá en 2019.
Entre otras razones porque se tratará de un presupuesto en el que tendrán los ojos puestos muchos sectores de la vida nacional. Y las razones sobran.
De todas formas ya tenemos a líderes de federaciones sindicales, colectivos de organizaciones sociales y comités de defensoría de toda índole que plantean diversas demandas para favorecer el incremento del presupuesto nacional para que se favorezca la inversión en distintas áreas de alta precariedad, entre ellas la salud y los servicios básicos.
En ese orden, y como un cuerpo estructurado, la Alianza por el Derecho a la Salud (Adesa), entidad que afirma agrupar a 56 organizaciones sociales, deploró que por falta de una inversión privilegiada no se pueda superar la crisis sanitaria que acogota al país.
Esperemos que, independientemente de las intencionalidades políticas que incidirán en el presupuesto venidero, haya una verdadera voluntad de invertir en la salud del pueblo dominicano.